sábado, 22 de marzo de 2014

Sabado clasico: REBECA DE ALFRED HITCHCOCK.


REBECA DE ALFRED HITCHCOCK.

1940. Drama, thriller. P: 10/10

Autor de la novela: Daphne Du Maurier  Guión adaptado: Philip MacDonald

Director: Alfred Hitchcock
 
Intérpretes: Laurence Olivier(Maxime de Winter), Joan Fontaine(Sra. de Winter), Gladys Cooper, Leo G. Carroll, Melville Cooper, C. Aubrey Smith(Coronel Julyan), Florence Bates, George Sanders(Jack Fawell, el primo), Judith Anderson(Sra. Danvers), Nigel Bruce(Mayor Giles Lacey).

También conocida como: Rebeca, una mujer inolvidable

 
 
 
 
 
 
Sinopsis: Una joven ingenua que trabaja de señorita de compañía se enamora en Monte Carlo de un viudo aristocrático. Max, el señor de Winter, vive atormentado y parece tener problemas para superar la muerte de su primera mujer Rebecca que se ahogó en un accidente de barco menos de un año atrás.

Él aunque algo distante o frío, parece corresponderla y se casan impulsiva y austeramente. Los nuevos señores de Winter se trasladan a la mansión de Manderlay en Cornwall, donde comienza a surgir una extraña rivalidad. El ama de llaves, la señora Danvers, todavía fiel hacia la difunta señora de Winter, tiene una presencia enigmática y humilla a la temerosa y humilde joven esposa que no parece dar la talla. La aparición del cadáver de Rebeca en su barco hundido con señales de asesinato pondrán a prueba el amor de los dos esposos y el carácter del extraño primo de Rebeca.

Critica: "Anoche soñé que volvía a Manderley", así comienza con una voz en off que nos narrara, en flash-back toda la historia. Tremenda off con las ruinas de Mandeley aproximándose, tremendo flash-back.  Además de clásica nos ha dejado la clásica chaquetilla de punto de mujer: "la rebeca", nos ha dejado en el psicoanálisis el "síndrome de Rebeca".

Esta estructurad en flash-back pero con tres tiempos perfectamente definidos, como tres capítulos: El primero es el conocimiento de los personajes (Impresionante la escena de De Winter en el acantilado y la joven que los llama) que acaba en boda apresurada.

El segundo se inicia con la llegada de los recién casados a Manderley y en el surge la feroz aversión, celos, de la señora Danvers con la joven señora De Winter, intentando humillarla una y otra vez, y acaba con el aviso del naufragio de un barco en la costa tras el fracaso de la joven esposa con su vestido que, un año antes, ya habia usado Rebeca y esto por insinuación de la ama de llaves.

Excepcionales las escenas:

-La mirada de la joven esposa al ver a Manderley.

-Recibimiento de la servidumbre y presentación de la sra. Danvers a De Winter.

-La visita de la joven a las dependencias antiguas de Rebeca. El momento en que aparece, de improviso, el ama de llaves a través de unas cortinas transparentes de seda.

-Defraudada la joven con el recibimiento que su marido hace del vestido la sra. Danver la hace casi suicidarse, la incita a tirarse del balcón. Interrumpido esto por la señal de alarma de un naufragio.

La tercera empieza con el descubrimiento del balandro sumergido, no ha sido un accidente, el informe del doctor sobre Rebeca y ver a Manderley bajo la acción del fuego provocado por la sra. Danvers que muere en su interior.

La gran protagonista de la película es un personaje que no aparece: Rebeca. Esta desde el principio y hasta el final. Jamás una película fue capaz de tanto con un fantasma y sin mostrarlo.

Después está ese personaje de la Sra. Danvers con su patológico apego a la muerta (genial interpretación de Judith Anderson) y como su enfermedad purificara Manderley como solo puede hacerlo el fuego. La necesidad obligada de empezar de cero. ¿Por qué este apego? Habría múltiples posibilidades: relación familiar (maternal), relación amorosa, relación desproporcionada de apego a un ser que se considera como superior.

Película maravillosa y con múltiples lecturas, todo un hito en la historia del cine, es una gozada volver a verla, de vez en cuando, a este film que, por cierto, inauguró la estancia de Alfred en Estados Unidos.

 

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