domingo, 2 de marzo de 2014

El monje de Dominik Moll.


El monje de Dominik Moll.

2011. Terror. P: 5/10.

Director: Dominik Moll

Música: Alberto Iglesias

Fotografía: Patrick Blossier

Interpretes: Vincent Cassel, Déborah François, Joséphine Japy, Sergi López, Catherine Mouchet, Jordi Dauder, Geraldine Chaplin, Ernst Umhauer, Roxane Duran, Frédéric Noaille, Javivi

Sinopsis: Satanás (Sergi López) intenta corromper a un joven novicio de un monasterio Cisterciense, el Hermano Ambrosio (Vincent Cassel), que fue abandonado a las puertas de un monasterio cisterciense, donde fue acogido y educado por los monjes. Allí fue educado y criado, cogió gran fama por sus predicas desde el pulpito y buen confesor...

Un día la tentación se le hará cercana...tratando de corromperlo, torcer su virtud...

Comentarios:  Nueva adaptación, con un guión del propio director, de la  clásica novela de género del terror gótico que fue escrito en el siglo XVII: El Monje de Matthew Gregory Lewis. Todo un hito en la literatura fantástica y que ha sido llevada  a la gran pantalla varias veces y siempre de forma más bien fallida. Una adaptación demasiado libre y que no convencerá para nada a su lectores y seguidores que son multitud; parecerá como si el guionista la leyese en momentos de ir al servicio y con eso compusiese lo que el vino en ganas, escasas, por cierto...

Un film de género sin fuerza, sin tensión, sin drama que nos entre por los ojos y toque el corazón, sin nada reseñable salvo algunas escenas turbadoras (más bien escasitas) y bellas (más de video clip que de otra cosa) y la actuación del protagonista absoluto, un Vincent Cassel comedido y dominador, con cara y pose de poste de telégrafos...y un convento increíble donde hasta la piedra es un canto al arte y uno de los más hermosos claustros jamás fotografiados con tanta alma.

Llega a aburrir queriendo mirarse en el ombligo. La poca acción y tensión que se pueda notar o sentir queda rota por el uso, mal uso por cierto, de esos fundidos a negro sin cuento y sin razón.

El uso de la exageración, mostrada aquí por la actuación del pasadísimo de rosca López, es como una patata caliente, infumable y absurda, no cuadra ni con cola...

El envoltorio es casi perfecto sobre todo escenarios y fotografía, la composición de escenas es magnífica.

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