sábado, 26 de abril de 2014

Sabado clasico: Moby Dick de John Huston.


Moby Dick de John Huston.

1956. Aventuras, drama, clásico. P. 9/10.

(Novela de Henrman Melville). Guion: Ray Bradbury.

Musica: Philip Sainton.

Fotografia: Oswald Morris.

Interpretes: Gregory Peck, Richard Basehart, Leo Glenn, James Robertson Justice, Harry Andrews, Friedrich Ledebur, Bernard Miles, Edric Connor, Orson Welles.

Sinopsis: El Capitán Ahab del barco ballenero “Pequod “solo tiene en la cabeza acabar con la “La gran ballena blanca”. Con Moby Dick, la ballena que lo mutilo y lleno de odio y venganza. Como mando supremo del barco navega por los mares del mundo en busca de la presa y enfrentarse a ella para destruirla. Una gran batalla por la supervivencia en la que meterá a toda la tripulación y que, según un viejo loco del  muelle, solo uno sobrevivirá…

Comentarios: De una gran novela, épica y de aventuras, una gran película, mas épica aun, con más aventuras si cabe. Eterna lucha, eterna película, inolvidable film de aquellos de los sesenta y setenta de cuando el cine era grande, una gran aventura, un gran escaparate y aun había tipos como Huston y Peck y Welles.

Como todo su éxito empieza en un muy buen guion, firmado por el genio de la ciencia ficción Ray Bradbury, si, el de Crónicas Marcianas. Un guion solido, trabajado, con respeto a la novela original, sin quitar ningún detalle importante; con pequeñas modificaciones para hacer mas compresible la visión de una aventura trágica, como toda la vida de los marinos pero en especial esta profesión, los balleneros, que se jugaban la vida en cada pieza cobrada, jugando a ser dioses en captura de seres mucho más grande que ellos y armados simplemente de un pequeño ¿? arpón y una barquita de remos. Aventura no tan poética o idílica pues al final solo perseguían el aceite de la grasa del animal y el tesoro, cuando aparecía, del ámbar que lo haría millonarios.

A continuación un gran director que se dejo al piel en el rodaje, piel y dinero, por supuesto. Huston hace una de sus mejores obras, llena de un viejo idealismo, casi ácrata, pero emparentado con los héroes clásicos, seres oscuros capaces de arrastrar y mover voluntades hasta la muerte.

Y una gama de personajes/actores soberbios. Peck es Ahab, cien por cien Ahab, lo borda, lo vive, lo sufre como es muerte para siempre atado a su bestia blanca, tiene momentos memorables cuando se lanza en sus peroratas como si quisiera-sé convencerse a si mismo más que a los demás como en la que termina clavando el doblón de oro en el palo. Pero no solo él, los arponeros, que pena de no darles más tiempo en pantalla, son únicos empezando por esa joya de Queequeg, Tashtego, etc…no olvidemos a los mandos con ese segundo de a bordo, religioso, recto y duro, con dudas, el prototipo de persona normal enfrentada a un problema casi irresoluble y, encima, buena persona; el oficial alegré y bebedor, siempre sonriendo y gastando bromas o cantando; el tercero delgado y flaco como su intenciones, siempre derecho, siempre presto a obedecer y de lealtad al capitán por siempre. No debo olvidarme a Ismael, un genial Richard que jamás voló tan alto. Y al padre Mapple (un sensacional e irreconocible Orson)…en una iglesia como hay tantas por esos puertos dejados de las manos de Dios.

Una gran versión en manos de HUSTON, una fotografía increíble y difícil, los efectos especiales muy buenos para la época (la ballena se realizo en unos astilleros, se hicieron tres y las tres se perdieron en alta mar durante el rodaje), las escenas de la caza de las ballenas parecen, si no lo son, reales, casi son un documento de como se hacía en esa época, profesión que como tal ya ha desaparecido en nuestros días (la imagen de las mujeres del pueblo despidiendo al barco es de un patetismo increíble, puro neo realismo italiano), la cámara consigue darnos el efecto del barco y del acción (la tormenta está conseguida como pocas veces la hemos visto en la gran pantalla y esos hombre trepando bajo la acción del agua y el viento y las oscilaciones del barco ante las olas que rompen contra el casco de forma continua), la banda sonora en muy buena con canticos de los pescadores incluidos (a empezar con las de la taberna con la que arranca la película).

Un comienzo primoroso, con la voz en off de Ismael que terminara cerrando también la proyección….impresiona esa ballena blanca embistiendo al barco y como este, al final, se hunde en el inmenso mar…tristeza, desolación, muerte…solo la ballena blanca continua con su recorrido con el viejo Ahab sobre su lomo, una presa mas, una aventura que recordar.

 

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