domingo, 10 de febrero de 2013

Una pequeña maravilla: LA DOLOROSA de Jean Gremillon.



LA DOLOROSA de Jean Gremillon.

1934. Drama, zarzuela. P: 7/10.

Director: Jean Gremillon.

Musica: Daniel Montorio, Jose Serrano.

Fotografia: Jose Maria Beltran, Jacques Montheraud.

Interpretes: Rosita Diaz Gimeno, Agustin Godoy, Mary Amparo Bosch, Pilar Garcia, Eva Lopez, Maria de Ayala, Maruja Berges, Ramon Cebrian.

Sinopsis: El joven Pintor Rafael (Agustín Godoy) es reclamado por los monjes de un convento aragonés para que restaure el fresco que preside la capilla del monasterio y que representa a la Virgen Dolorosa. Rafael, fascinado por la belleza de la imagen, conoce a Dolores (Rosita Díaz Gimeno) de extraordinario parecido con la figura de la pintura y que posa como modelo. El pintor se enamora apasionadamente de Dolores, pero ella mantiene una relación con Natalio (José María Linares-Rivas) y Rafael ingresa en el monasterio como novicio. Meses más tarde, Dolores, embarazada de Natalio, que ha huido con otra mujer, provoca la muerte de su madre (Pilar García) al comunicarle la noticia.

Comentarios: Película basado en la zarzuela homónima con música de José Serrano y libreto de Juan José Lorente.

Exteriores excepcionales de Albarracin. El director es francés que, exiliado, rodo esta película antes de ir a Alemania y, más tarde, dos años más tarde, volver para rodar “¡Centinela alerta!” película con el mito de haber sido co-realizada por Luis Buñuel, si bien hay dudas de cuál fue la participación de real de Buñuel.

Una rareza, entre el realismo costumbrista (el paisaje, el pueblo, las fiestas, la música folclórica, el vestuario incluido, etc.…) y la poesía, con escenas de una fantasía y modernidad, para ese tiempo, realmente sorprendentes; rareza por ser la versión de una zarzuela para llevarla al cine con ligeras modificaciones (creo que es la primera) y, al tiempo, 1934, poco antes de la guerra civil y tocar el tema religioso si bien logra un equilibrio digno en ese terreno sin dejar de un atrevimiento único como en ese “aria” en el que el monje/pintor describe la pintura de la Virgen Dolorosa que gradualmente se une/fusiona con la pobre mujer abandonada, recorriendo su propio calvario por pedrescales...

Actores en los que desataca  la frescura natural de Rosita Díaz; Agustín Godoy como pintor y monje así como el prior del convento interpretado por Luis Moreno, una sobria interpretación de un personaje que se nos hace atractivo y justo. El contrapunto cómico de la parejita de novios  arrancan nuestras sonrisas cómplices e inocentes.

Una película a recuperar y a re-valorar pues vale la pena, tiene puntos a su favor…

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