miércoles, 26 de febrero de 2014

El barco de la muerte de Alvin Rakoff.


El barco de la muerte de Alvin Rakoff.

1980. Terror. P: 6/10.

Director: Alvin Rakoff

Música: Ivor Slaney

Fotografía: René Verzier

Intérpretes: George Kennedy, Nick Mancuso, Saul Rubinek, Richard Crenna, Kate Reid, Sally Ann Howes, Jennifer McKinney, Victoria Burgoyne

Sinopsis: En las tranquilas aguas del Mar Caribe, un crucero de lujo es acosado por un extraño buque hasta que se produce una terrible colisión. No hay escapatoria, no existe lugar alguno donde los pasajeros y la tripulación puedan ponerse a salvo.

Solo un pequeño grupo de personas conseguirán subirse a una balsa y alcanzan a un barco que parece vacio. Logran subir a él pero no encuentran ni a la tripulación al tiempo que el barco avanza por sus propios medios; a medida que pasan el tiempo en la nave uno a uno irán muriendo en extraños accidentes lo que les llevará a pensar que el barco tiene vida propia.

Comentarios: Solo un fallo, un gran fallo y es el accidente inicial, una pena, me imagino que todo por falta de mayores medios; una presentación de personajes rápida y fácil y, zas, viene el choque y estos personajes ya conocidos en la balsa salvadora, punto pelota...salvo eso la película es realmente brillante, con gran imaginación que se basan en la música tétrica y amenazadora, el manejo de cámara eficaz y brillante, una atmosfera claustrofóbica, unos efectos discretos pero que usados bien hacen que nos metan en la cabeza de ese barco que funciona con vida e inteligencia propia, como envuelve a los personajes en una situación de locura y muerte, de una pesadilla de la quieren pero no pueden despertar...el giro con el tema de que el barco sea alemán y nazi está muy conseguido (ya lo uso en estos tiempos moderno, justo el año pasado, el 2013,  el novelista español Manel Loureiro....... en la novela El último pasajero... ¿Habrá visto la película en su infancia o será una influencia directa y cognoscible y reconocible, aunque no declarada)

La última media hora es de notable alto, esos encuentros tan siniestros y macabros, y el duelo impecable entre esos dos monstruos del celuloide como son George Kennedy y Richard Crenna, la locura y la razón...

El barco da yu-yu, todo está impregnado en esa sensación de inquietud, de misterios que se van desvelando, de abandono y de maldición eterna...

 

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