El señor de la guerra de Franklin J. Schaffner.

El señor de la guerra de Franklin J. Schaffner.

1965. Drama, aventuras. P: 8/10.

Director: Franklin J. Schaffner

Música: Jerome Moross

Fotografía: Russell Metty

Interpretes: Charlton Heston, Richard Boone, Rosemary Forsyth, Guy Stockwell, Maurice Evans, Niall MacGinnis, Henry Wilcoxon, Michael Conrad, James Farentino

Sinopsis: Edad Media, Brabante, siglo XI. Un caballero normando (Charlton Heston) se convierte en señor feudal de unas tierras extrañas habitadas por hombres semisalvajes.

Se enamora perdidamente de Bronwyn (Forsyth), una misteriosa doncella que ya tiene prometido por la que acaba perdiendo el poder y el honor.

Comentarios: Gran y ambiciosa producción de Franklin J. Schaffner (El planeta de los simios, Patton, Nicolas y Alejandra, Papillon, Los niños del Brasil, La esfinge...) un director que en todo deja su sello y que se ha ido convirtiendo en todo un referente y una película de culto.

De nuevo el binomio Schaffner y Heston, ya no en el planeta de los simios pero si en una época de peleas a espada, caballeros con armaduras, con los criterios de honor y fama, de viejos castillos...una época convulsa y brutal, tan atractiva y, al tiempo, tan desconocida.

Un gran guion en una gran historia medieval, guion perfecto, de esos que alucinas contemplando conversaciones y escenas. Lo del "derecho de pernada", una putada global en una tiempos en que la religión se codeaba con las supersticiones antiguas, muy del mundo celta tal como insinúan...

Con un gran Richard Boone en el papel del gran villano, pero es que Heston esta espectacular, se merienda la pantalla, (ojito al corte de pelo que se marca, ni el peor rapero de la canción actual) y la bella Rosemary se transforma en el objeto de deseo de todo el que al mire tras la pantalla.

Dos puntales en la película: las trepidantes secuencias de acción y la belleza de la jovencita.

Todo en la producción brilla a gran altura, una fotografía increíble de Metty que se crea y recrea en una tierras inhóspitas, en unos hombres duros y correosos y al belleza mágica de la chica que casi la transforma en una ninfa del bosque...buena banda sonora, con música muy clásica, potente y épica con diversos toques étnicos que le dan un toque muy subyugante...

(Está basada en una obra teatral: The Lovers de Leslie Stevens.)