miércoles, 1 de mayo de 2013

THE CHILDREN de Tom Shankland.


THE CHILDREN de Tom Shankland.

2008. Terror. P: 6/10.

Director: Tom Shankland.

Interpretes: Eva Birthistle, Freddie Boath, Raffiella Brooks, Stephen Campbell, Jake Hathaway, William Howes, Eva Sayer, Jeremy Sheffields, Rachel Shelley, Hannah Tointon.

Sinopsis: Una tranquilas y familiares fiestas navideñas entre las familias de dos hermanas en pleno bosque, rodeados de nieve y arboles. Pero el pequeño de lo llegados vomita al llegar. Aparecen como ciertas reticencias entre los críos de ambas familias al tiempo que una cierta brecha entre padres e hijos se va agrandando.

Un primer y supuesto accidente de uno de los mayores al echarse por la pendiente en un trineo parece cambiar la idílica estancia en algo peor.

El cadáver desaparece y solo se ven unas huellas de trineo que conducen a la tienda de juegos. Entra la mujer y descubre allí el cadáver y, metido en su estomago, los restos de una muñeca…al tiempo la otra madre, llamada por su crio en una estructura infantil, al ir a cogerlos es empujada y tirada con la rotura de pierna. La rescata la hija mayor…

Comentarios: Muy deudora por un lado de esa joyita hispana de 1976 que es “¿Quién puede matar a un niño?”, una de las películas de terror más logradas en los últimos tiempos. Por otro, al final, es como una continuación apócrifa de “Los niños del maíz”, el relato de King llevado al cine por Mary Lambert y, encima, con toques de “la infección” estilo “Posesión infernal”. Y, a mí, de forma colateral, me huele mucho a “28 días después” y su secuela, como material descartado de algún modo y que aquí estuviese el inicio del drama, el comienzo de la infección y la pesadilla que se desató posteriormente…

La respuesta a la pregunta de Chicho está clara en esta película inglesa: cualquiera que quiera sobrevivir, aunque esos críos sean los tuyos, los que quieres, los que amas, los que has dado a luz. Si hay que sobrevivir habrá que matar y destruir lo que sea. Y es ahí donde la peli consigue arrancar momentos terribles y de total horror. Los niños son inocentes y frescos, tiernos y adorables pero en su lado oscuro son malvados, terribles, con deseos de sangre y muerte en un extraño juego contra la vida de los adultos. Las muertes de los críos son mostradas en toda su crudeza (muñecos al canto, claro), lo mismo que los problemas de conciencia de la madre ante los dos angelitos, no así en el caso de la muerte de los adultos que se escamotean; cosa curiosa, imagino que buscada pues ¿hay algo más terrible que tener que matar a tu propio hijo o hermanos?

Se agradece la falta de sesudas explicaciones, solo hay sugerencias y actos…esas indicaciones de los microbios a descubrir, esa medicina china….pero todo se va al garete cuando para salvar a su hija tiene que matar a su propio hijo que se ha vuelto agresivo, loco, peligroso. Se rompe así el primer tabú y lo que queda es un camino al fondo de la locura…

El problema radica en las imposibilidades como esa muerte del primer adulto, de forma brutal pero absurda, no hay velocidad para eso, no hay impacto para eso. Lo mismo en su desaparición, tres niños pequeños que cogen el cadáver de un adulto muerto lo suben a un trineo lo desplazan hasta otro lugar, lo bajan y lo tapan… ¡imposible fisicamente!

Los actores no están nada mal, mejor los peques, hay algunas escenas en que de verdad dan miedo; es curiosos esa ambivalencia de cierto comportamiento infantiloide por parte de los adultos mientras los peques se meten en una espiral de violencia y crueldad muy de “mayores”. Una puesta en escena muy estudiada, muy británica, muy correcta en todos los sentidos, muy cuidados tantos los maquillajes, efectos especiales, vestuario, no hay que olvidar una aceptable banda sonora, buena fotografía, luminosa y abierta  con el día y el sol y miedosa, oscura,  en las escenas del bosque donde la luz se hace sombras ominosas.

Un final abierto a múltiples posibilidades de forma inteligente y que hace obvio posibles secuelas…entre ellas el contagio a adolescentes y, de ahí, a los adultos…esa escena final con muchos críos salidos del bosque rodeando el vehículo es espeluznante.

Paulie es el primero que cae ante los ojos de su propia madre, casi un accidente. Rubito, pequeño…esa huida del padre con la niña dejando a los otros en la estacada es de forma absurda y miserable. Cuando la madre encuentra a sus dos angelitos en  el bosque y se le abrazan para….

Muy digna y visible, también un poco light, no pasa más allá de la transgresión que daría lugar a jugosos comentarios y a relaciones simbólicas de la destrucción familiar, de la supervivencia de los fuertes, de la lucha entre generaciones…

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