sábado, 25 de mayo de 2013

EL TREN DEL INFIERNO de Andrei Konchalovsky.


EL TREN DEL INFIERNO de Andrei Konchalovsky.

1985. Aventuras, acción, thriller. P: 8/10.

Director: Andrei Konchalovsky.

Música: Trevor Jones.

Fotografía: Alan Hume.

I
nterpretes: Jon Voight, Rebecca de Mornay, Eric Roberts, Kyle T. Heffner, John P. Ryan, TK Carter, Kenneth McMillan.

Sinopsis: Manny, el recluso más duro de una remota cárcel de Alaska, elabora un audaz plan y consigue evadirse con su compañero, el joven e inexpeerrto Buck.

Consiguen colarse en un tren de mercancías donde Manny y Buck van camino de la libertad; pero, de repente, el maquinista sufre un infarto y muere. Al tiempo encuentran una camina, la de Buck, con el numero de prisión lo que lanzara al alcaide contra ellos. Entonces los dos fugitivos se sienten atrapados, solos y lanzados a toda velocidad hacia una muerte segura. Hasta que descubren a un tercer pasajero: una hermosa ferroviaria que está tan desesperada y decidida a salvarse como ellos.

Comentarios: Esta basada en un guion del gran Akira Kurosawa.

Dos partes, aunque más bien son tres, la primera es un drama carcelario puro y duro, huida incluida, bastante asquerosita por cierto. La segunda es una aventura de un tren en marcha y sin conductor rumbo a la destrucción y, encima, le ponen al final una complejo químico con el que pueden estrellarse. Entre las dos el enfrentamientos entre un preso duro y brutal y un director de prisión sádico y más brutal todavía como si algo personal se interpusiese entre estos dos, que lo perseguirá hasta el infierno si fuera preciso.

Dije que casi tres, pues si, con la aparición de la joven, muy mona por cierto, no da mucho el pego de su trabajo en el tren, las cosas cambian un poco, se forma un falso trió y la tensión aumenta a limites inauditos.

Una pelicula que hay que decirlo con un ritmo brutal, llena de intriga y sorpresas, una gran aventura.

Uno de los puntos fuertes es la fotografía de esos paisajes de Alaska y Montana, llenos de nieve y hielo, montañas salvajes y bellas que huelen a muerte para el incauto que se atreva a caminar por ellas y, al tiempo, como una promesa de libertad y viva salvaje y plena.

Grandes actuaciones destacando un gran John Voight épico, duro y brutal; un papelón hace en esta cinta, el preso Oscar Manny, lo borda desde todos los ángulos, lo vive como una segunda piel. Lo bien acompaña un fabulosos Eric Roberts como el joven Bucks, aficionado al boxeo y se cree más de lo que realmente es y con sus compañero aprenderá más de la cuenta y lo sufrirá en sus propias carnes. Como elemento de tensión, el perseguidor, el alcaide, un John Ryan pasmoso, increíblemente fuerte y tenso, con esa media sonrisa cínica pero decidido a todo. El contrapunto son los dos blanditos del centro de control (impecables) y la aparición de la chica Rebecca de Mornay, también más blandita que los otros dos pero que prometía...

Una música bellísima.

Una dirección muy efectiva, con un montaje soberbio, lleno de tensión, que se palpa y duele.

Al tiempo es el sueño de la libertad, de la esperanza, de conseguir una buena vida, de sueños e ilusiones.

Son muchos alicientes en una buena película.

Un final digno, muy bueno...

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