domingo, 27 de octubre de 2013

Sabado clasico: El golem de Paul Wegener.


El golem de Paul Wegener.

1920. Terror, clásico. P: 8/10.

Director: Paul Wegener.

Fotografía: Karl Freung (Blanco&negro)

Interpretes: Paul Wegener (El Golem), Albert Steinruck, Lyda Salmonova, Erns Deutsch, Hans Sturm, Max Kronert, Otto Gebuhr.

Sinopsis: En un gueto de Praga, vivía un rabino judío maestro en el arte de la nigromancia. Para evitar la expulsión de los judíos, ordenada por el Emperador, modeló la figura de arcilla del Golem e invocó al espíritu de Astaharot para que le otorgará la vida.

Sin embargo, cuando los judíos consiguen quedarse en la ciudad, y el Golem salva la vida del Emperador, el rabino trata de invalidar su conjuro y quitarle la vida porque ya ha realizado su cometido.

Pero cuando un sirviente, cegado de amor, se la devuelve, la figura de arcilla escapa de la influencia humana y se convierte en una amenaza.

Comentarios:  Clásico del cine mudo alemán, del gran cine expresionista que cuenta una leyenda judía de una estatua: El Golem. La oscura novela fue escrita por Gustav Meyrunck pero el realizador se basa más bien en la propia leyenda que en al novela citada.

Un gran obra maestra de expresionismo, como un precedente del mito del Frankenstein (no para mi gusto pues hay muchas diferencia: la primera es que se trata de una vieja leyenda judía trasladada a un gueto de la vieja Praga mágica y bella; lo segundo es que aquí el "monstruo" es parado por una simple niña, la inocencia, la falta de maldad..en la segundo el "monstruo" destruye sin saber que hace es a la misma inocencia...en esta es la magia, el dominio de lo sobrenatural, en la segunda es la ciencia que avanza una barbaridad...)

Usa muchos de los trucajes de los teatros de aquella época y la utilización de las superposiciones de forma maestra (la escena de la invocación del diablo es sencillamente sensacional, plena de fantasía y maestría y del lenguaje cinematográfico- más tarde la evocación del éxodo judío por el desierto como si de una película en pantalla se tratase)

Muy destacables los decorados, esos tejados (abigarrados, tortuosos, no hay una línea recta, todo es un bosque de curvas y sugerencia; plenos de pinturas surrealistas) y una fotografía llena de claroscuros, de siniestras sombras y recodos (atención al despertar de los dos amantes...)

Algo desaprovechada o tomada como una lección esa relación entre el conde Florián y la joven judía Mirjam, con la muerte final del joven.

Y esa metáfora final con la niña matando al Golem (nuevo guiño a la bella y la bestia en las múltiples culturas y formas). El poder de la inocencia.

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