martes, 4 de agosto de 2015

Millennium 2: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina de Daniel Alfredson.


Millennium 2: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina de Daniel Alfredson.

2009. Thriller, secuela. P: 6/10.

Director: Daniel Alfredson

Guión: Stieg Larsson

Música: Jacob Groth

Fotografía: Peter Mokrosinski

Interpretes: Noomi Rapace, Michael Nyqvist, Lena Endre, Georgi Staykov, Per Oscarsson, Sofia Ledarp, Hans Alfredson, Annika Hallin, Micke Spreitz, Paolo Roberto

Sinopsis: Lisbeth Salander (Noomi Rapace) es buscada por la policía, tras verse envuelta en el asesinato de dos colaboradores de Millennium, a punto de sacar a la luz un escándalo sobre el comercio sexual en Suecia. Sin embargo, Lisbeth es más un ángel vengador que una víctima indefensa, y arremete con justa ira sobre los que la han herido...

Comentarios: Segunda parte de la trilogía Millennium, adaptaciones de las exitosas novelas de Stieg Larsson, que el mismo guioniza en esta segunda entrega y se nota que es él el que lo hace y flojea.

La trama continua y se banaliza un tanto, se comercializa y se hace un film convencional, bueno, pero convencional acercándose a las técnicas y valores del cine negro americano que son muchas pero que aquí, que se suponía un soplo de aire renovador, sobra. Como segunda entrega pues por un lado no hay que presentar a los personajes y, ¡ale!, directos a la historia y trama; por otro lado esta que la novedad ha desaparecido, los personajes pierden interés y, sobre todo Lisbeth, parecen que están como fuera de sitio; todo se hace un tanto reiterativo y largo y, por momentos, en las situaciones complicadas parecen soluciones muy infantiles y pobres (como escapan los dos amigos del establo en llamas por todos lados, el enterramiento sin comprobar que el muerto esta bien muerto, etc....)

Los secundarios un desastre (por culpa del guion, como no) por ejemplo los moteros (aparecen por arte de magia, desaparecen, no cuentan salvo en la escena de la pelea de Lisbeth con dos de ellos), la policía (muy desaprovechados, absurda la presentación del inspector en la sinagoga), el grupo de  redacción de la revista que queda como unos personajes plomizos y desvaídos.

Lo bueno es que va explicando la historia negra de la chica del bidón de gasolina y la cerilla; la aparición de su "hermano" con su problema genético pues que queréis que os diga, ni fu ni fa. Lo otro es una cierta critica a la sociedad sueca: corrupción, puterios en todos los niveles, trata de blancas mientras se mira a otro lado, expedientes que se esconden, etc....

En fin, se deja ver pero anda como la primera.

 

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