sábado, 1 de noviembre de 2014

Sabado clasico: Niebla en el alma de Roy Ward Baker.


Niebla en el alma de Roy Ward Baker.

(Don’t bother to knock)

1952. Drama: P: 8/10.

Director: Roy Ward Baker.

Interpretes: Marilyn Monroe, Richard Widmark, Anne Bancroft, Elisha Cook Jr., Donna Corcoran, Jeanne Cagney, Lurene Tuttle.

Musica: Lionel Newman

Sinopsis: La sobrina del ascensorista del hotel es encarga de cuidar de la niña de un pareja con compromisos sociales, es una hermosa joven que pronto, ya sola en la habitación, se ve deslumbrada por la ropa y las joyas de la señora...

El medio despechado por la bella cantante del hotel tratara de curar sus heridas al conocerla, patio  y dos ventanas por medio. Hay atracción pero la chica empieza a mostrarse extraña, como si ocultara algo…

Comentarios: En ese primer diálogo entre Jed, Richard, piloto comercial, y la cantante del club de un Hotel, Lyn, Anne Bancroft, en la barra del bar, su despedida, con la cámara que apenas se mueve; los dos componen un dialogo brillante bajo la atenta mirada del camarero, escena  perfecta que culmina con la cantante que se va al escenario y se inicia otro dialogo con el barman…

En otra escena Nell, Marilyn, se prueba las joyas de la señora, se sienta ante el espejo y se prueba un pendiente, esta radiante, más bella que nunca, una belleza que no puede ser de este mundo...de pronto un ruido de aviones en el exterior, se levanta y se acerca a la ventana para verlos mientras una gruesa lágrima cae de su ojo derecho…
O más tarde le dice que le falta un corazón…

Richard hace un papelón, de lo mejor que hizo en su carrera…y ya es decir…

Anne debuta en el cine con esta película.
Omnipresentes las canciones de forma directa o a través de la megafonía en la habitaciones, canciones de amor, de dulzura, de belleza…sobre todo al comienzo son las canciones que presiden la presentación de personajes y de situación, incluso esa mirada a una Marilyn detrás de la ventana bailando al compas de la misma…que termina con la conversación telefónica…

De lo mejor ese personaje “Elevator” que con su humanidad pregunta, curiosea, le preocupa por todos…un genial Elisha Cook Jr. una especie de Manolo Alexander  a la americana, desbordando humanidad y carisma. Lo tiene  que encerrar para que no les robe escena tras escena.
Increíble ese plano con Marilyn cogiendo el pintalabios y al usarlo en los labios el director lleva la cámara directa a las cicatrices de las dos muñecas…ver las heridas impacta y muestra cosas que no desearíamos ver o conocer…hay pasado trágico, hay locuras y vamos entendiendo que también hubo muertes… ¡Quien no desearía un amor así, un amor que desborda a la muerte, que no la acepta, que lo busca desesperadamente!... ¿Juana La Loca?...

La niña se asoma a la ventana, Nell posa su mano en su espalda y un escalofrió recorre la nuestra, tremenda escena…terrorífica…
Un final más bien comedido, con cambios en las conductas de los personajes  que se van integrando en el drama pero sin caer en el sentimentalismo…la marcha de Nell que se va volviendo de vez en cuando, mirando atrás, hacia la pareja es patética y dramática abriendo un interrogante hacia el futuro que rápidamente nos lo quitan con los dos cogidos rumbo al bar y a una copa…

Gran película, tremendamente clásica  moderna al tiempo. Extraña al tiempo por los registros de Marilyn, con su belleza contrastando con su locura…
Esa cita primera en la habitación llena de sensualidad y fuego…rota por la chiquilla que se despierta…ese cambio, esa mirad alocada de la chica, esas sutiles amenazas que cambian hasta el aire que se respira…
Con un  guion simple pero bueno, con una historia como reflejo de la “La cenicienta”, el director hace una pequeña obra maestra llena de sutileza, de amor por unos personajes que el mismo construye con una artesanal maestría, de encuadres y movimientos clásicos de cámara, a base de escenas perfectamente construidas, un gran trabajo de actores.

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