domingo, 23 de noviembre de 2014

Domingo clasico: EL ANIVERSARIO de Roy Ward Baker.


EL ANIVERSARIO de Roy Ward Baker.

1968. Comedia negra. P: 8/10.

Director: Roy Ward Baker.

Música y fotografía: Harry Waxman.

Interpretes: Bette Davis, Sheila Hancock, Jack Hedley, James Cossins.

Sinopsis: Tres hijos que trabajan en el negocio familiar de la construcción ayudan a su tiránica madre  a celebrar el aniversario de su marido ya fallecido, cena de restaurante incluida.

En ele transcurso de la velada cada uno de los hijos dará una mala noticia a la madre. Así el joven lleva a su bonita prometida. El mediano le comunica que se irá a Canadá con toda su familia. El mayor sigue con su perversión de la ropa femenina.

Pero la madre no querrá dar su brazo a torcer n i a romper el equilibrio de poder que ella lleva.

Combatirá de forma feroz a las mujeres de sus hijos, así a una le dice que se siente en otra parte porque su olor la ofende o el beso sensual a su hijo menor a la vista de todos, novia incluida.

Comentarios: El mejor humor negro de la cinematografía inglesa unido a una de las grandes del cine  de todos los tiempos, la mala por antonomasia, Bette Davis en esta ocasión  con parche incluido que se come a la cámara, a los demás actores, al guion y al director,  este crudo y sin salpimentar (Curioso que un año más tarde John Wayne, parche incluido consiga su óscar por Valor de Ley). Bette Davis esta inmensa, genial, histriónica, dominadora de la escena, del gesto y de la palabra y esa escena final con ese juguete y riendo es que da miedo de verdad.

Irrepetible Bette Davis.

Comedia feroz, cinismo a flor de piel, mala leche a raudales.

Un guion trabado, cortado y ensamblado a cuchillo, disecciona la locura dentro de una familia y de los entresijos interiores, de cómo el poder de la madre/padre esta más allá de todo y alguno no logran sobrevivir. El poder, la dominación como una droga y sobre todo sobre la gente que “te quiere” y por ello no te pueden hacer daño. Ahí está el meollo de esta película, el poder del amor de unos hijos que quieren y no pueden con el yugo de su madre que los utiliza, los explota, los daña, los tortura síquicamente… ¿síndrome bipolar?...parece más bien maldad, simplemente la maldad de una persona perversa incapaz incluso de tener cariño por su propia prole.

La reunión familiar entorno al cuadro del difunto padre es de traca, o esas actuaciones posteriores…

Un producto de la Hammer, un director clásico, una película que esta cuidada hasta en sus mínimos detalles. No es para todos los gustos y con unos resultados estremecedores y agridulces.

La casa es otro de los personajes de la cinta, uno más, con puertas cerradas y otras abiertas, con rincones, armarios que guardan y exponen historias…casi un museo del horror y la dominación.

Geniales las conversaciones de la joven con el hijo mayor sobre ropa y demás, una delicia de escenas contenidas, tiernas incluso, escabrosas por supuesto. Hoy no darían para mucho pero en esos tiempos…

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