El hotel de los líos de William A. Seiter. (Los hermanos Marx 8)

El hotel de los líos de William A. Seiter.

1938. Comedia, comedia musical, humor. P: 7/10.

Dirección: William A. Seiter

Música: Roy Webb

Fotografía: J. Roy Hunt (B&W)

Interpretes: Los hermanos Marx: Groucho Marx, Harpo Marx, Chico Marx; Donald MacBride, Frank Albertson, Lucille Ball, Ann Miller, Cliff Dunstan.

Sinopsis: Gordon Miller (Groucho), un productor de teatro de tres al cuarto, quiere estrenar la obra de un joven autor novel, pero necesita encontrar un capitalista que la financie antes de iniciar los preparativos de la función. Mientras tanto, se ha instalado, con los 22 miembros de su compañía, en el hotel que regenta su cuñado. Cuando se descubre que debe una suma considerable al hotel, lo amenazan con desalojarlo, pero Miller, con la complicidad de sus fieles Harry Binelli y Faker Englund (Chico y Harpo), se las ingeniará para evitarlo y, además, conseguirá, por fin, estrenar la obra.

Comentarios: Después de las increíbles "Una noche en la opera" y "Un dia en las carreras" (además de la increíble "Sopa de ganso") esta película constituye un paso abajo en la filmografía de Los hermanos Marx. El principal hándicap es precisamente  su origen teatral, simplemente adaptada al estilo de estos genial actores. Pero no es mala, es brillante por momentos, bien secundados por unos actores de carácter sensacionales (Donald MacBride, Cliff Dunstan) y la presencia estimulante siempre de actrices como Lucille Ball y Ann Miller.

Grandes escenas totalmente surrealistas como la comilona y Harpo haciendo de las suyas, la tomadura de pelo al encargado de cobras la máquina de escribir, cuando hablan de los actores americanos que vinieron de Rusia y les cambian los apellidos, el funeral al joven envenenado, la muerte de Harpo....

Destacar que en ausencia de la Dumont aquí tenemos a un tremendo Donald McBride que como Gregory Wagner, supervisor de hotel, amargado y violento, colérico y brutal, se lleva de los mejores momentos y aplausos.

"El amor solo se presenta una vez en la vida y luego ya no hay quien se lo quite de encima."

"Traigan hielo para enfriar un cadáver."

"Nunca olvido una cara pero con usted hare una excepcion".