lunes, 24 de julio de 2017

Alien: Covenant de Ridley Scott.


Alien: Covenant de Ridley Scott.

2017: Ciencia ficción, terror, secuela. P: 7,5/10.

Director: Ridley Scott

Música: Jed Kurzel

Fotografía: Dariusz Wolski

Interpretes: Michael Fassbender, Katherine Waterston, Billy Crudup, Demián Bichir, Danny McBride, Carmen Ejogo, Jussie Smollett, Amy Seimetz, Callie Hernandez, Benjamin Rigby, Alexander England, Uli Latukefu, Tess Haubrich, Guy Pearce, Noomi Rapace, James Franco

Sinopsis: Rumbo a un remoto planeta al otro lado de la galaxia para colonizarlo, la tripulación de la nave 'Covenant' descubre una señal proveniente de lo que creen puede ser un paraíso inexplorado, y que resulta ser un mundo oscuro y hostil... en el que solo sobrevive el "sintético" David, diez años después es el único sobreviviente de la desparecida expedición Prometheus.

Comentarios: Secuela de "Prometheus" (2012) que, a su vez, es una pre-cuela de Alien, el octavo pasajero.

Antes de nada: me gustó Prometheus, me encantó. Desde esa premisa estos son mis comentarios sobre esta segunda entrega. Avisados estáis lectores constantes al otro lado de la pantalla.

Se abre con una escena singular, digna de todo un Kubrich, con esa elegante conversación entre David, así se pone él su nombre, y su creador al que ya conocimos en la película anterior y esa referencia final a la muerte de los humanos, nosotros, no así los ciber.

Sigue con la nave Covenant, todo un prodigio del cine, con ese viaje por el espacio, esa tormenta de neutrinos que hace que tengan que despertar a la tripulación, esa reparación exprés, ese entierro sideral, esa señal que los lleva a descubrir un mundo paradisiaco pero sin animales y con los riesgos y peligros que encuentran...

El mecanismo de Scott es como un reloj suizo, todo se engarza en tiempo y espacio, cronométrico, perfectamente medido. la búsqueda de la señal, la parasitación del primer tripulante, el segundo...el nacimiento del primer ser que sale de la espalda del portador en una de las escenas mejor filmadas, tensión, terror, miedo en la mujer que está dentro y a la que no dejan salir por precaución...

No rehúye el realizador desde ese momento del primer ser el llevarnos en una espiral de terror plástico, todo en primer plano, con escenas gore sin esconder nada o dejarnos nada a nuestra imaginación (lo que banaliza un tanto toda esa brutalidad, lo mecaniza) ...

El drama de la tripulación fluye de forma inexorable, de forma tensa, con esa increíble atmosfera gótica, esos espacios cerrados, ese enemigo implacable que nos acecha y las preguntas que siempre nos hacemos...lo que nos lleva, de nuevo, a la conversación inicial del film.

Le falla un poco, para mi gusto, la música. Se nota desde el principio, le falta brío, imaginación, atmosfera tétrica. También la chica protagonista, Katherine Waterston en el papel de Daniels, que tiene una cierta falta de carisma si la comparamos con la inolvidable Weaver.

(Ojo a la escena del pájaro juguete bebiendo agua...la misma que en la primera entrega)

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