X-files. Creer es la clave de Chris
Carter.
2008.
Ciencia ficción/terror/thriller. P: 7/10.
Director: Chris Carter.
Interpretes: David Duchovny, Gillian
Anderson, Adam Godley, Amanda Peet, Billy Connolly, Callum Keith Rennie.
Música:
Mark Snow.
Sinopsis:
Una mujer del FBI desaparece en una población rural de Virginia. Un ex
sacerdote que tiene "visiones" mandará a la policía a un lugar
concreto, donde encontrarán una fosa con un brazo de hombro amputado.
El
FBI pedirá ayuda a Mulder pues se escapa a los casos que pueden dominar y
conocer.
El
sacerdote es un curo condenado por pedofilia y las dudas llenan a Scully que lo
considera un farsante y un ser despreciable. Pronto desaparecerá otra mujer con
un nexo común con la otra y, de nuevo por una visión, aparecerán otras fosas
con trozos d3e cuerpos humanos congelados que parece ser un tema de trasplantes
de órganos ilegales, un tráfico y un uso para un experimento médico secreto y
que puede tener relación con las mujeres desaparecidas...
Comentario:
Nos dan un telefilme alargado de la serie, fuera de la línea argumental de la
conspiración, un episodio de monstruos que son, por desgracia, humanos.
Vuelven
Mulder y Scully y, al final, Skinner en una aparición sorpresa y que es de
agradecer. Pero Mulder sobra, está fuera de todo como personaje y como actor.
Scully en cambio esta soberbia, ha envejecido mejor y su personaje es un
monumento de matices, de contradicciones de alma atormentada como una heroína
griega que se enfrenta a los dioses vengadores.
Y
faltan Doggert y Reyes, son los que debieran estar aquí, era su aventura en la
gran pantalla pero los añorantes de la parejita mandan, tickets vendidos son
buenas razones y el verlos en la cama vende mucho.
Un
guion muy inteligente, es lo mejor con un tratamiento de la violencia y del
terror que se escapa de la pequeña pantalla y que, aquí, se le da vía libre, no
desentona y eleva el nivel de la cartelera veraniega. Y es poco sobrenatural
salvo las visiones y cripticas frases del ex sacerdote, se acerca más a la
ciencia ficción aprovechando el tirón de la investigación con células madre y
el tema de los límites en los trasplantes.
La
escena inicial es sensacional que eleva mucho el nivel y, claro, algo tiene que
bajar imposible de mantener ese clímax, esa tensión estética, por cerca de dos
horas.
El
leit motiv de la película para mi es Scully y su actitud ante la vida y su
trabajo y sus creencias. Un personaje más que Unamuniano, en la línea de Martin
Bueno. Creyendo el que no cree y el que no cree, de verdad cree. Porque la
película es sobre la fe, el creer o el no creer; las dudas sobre la propias
creencias y las dudas sobre el dolor y el sufrimiento en la tierra. Y la
continuidad de la vida en pareja, el no volver atrás sin retorno que es en lo
que Mulder se ha metido como el bien se lo dice, siempre fue así y siempre será
así.
Como
regalo a los fieles de la serie están esas escenas de los dos en la cama, esas
discusiones conyugales, ese gran beso esperado, ese nombrar añorando a
Wilñliams, esos lápices en el techo, el nombrar a Samantha, el poster de
siempre, la aparición de Skinner,…
Un
personaje sensacional desaprovechado es el de Amanda (Dakota), efectiva, de armas
tomar al que del dan un final demasiado plausible y fácil lo mismo que esa
trama secundaria con el niño enfermo y terminal, con una enfermad incurable.
Aquí aparece una de las incongruencias pueriles de la peli con Scully
consultando temas serios de las células madre por ¡internet! Si bien la escena
de la primera intervención operatoria está muy lograda.
Esa
frase de Scully: “que me pasen con alguien del FBI que tenga pelotas para
hacerlo”, para dar paso a Skinner y, reconozco, que los espectadores conmigo lo
han recibido con alborozo y alegría, un viejo amigo que regresa. Mejor recibido
que los propios personajes principales.
Los
malos, pues una pareja un poco ambivalentes, parecen sobrehumanos y al final no
son más que dos tratantes de órganos tratando de salvar a uno de ellos a base
de operciones mas de Cf que de otra cosa.
Un
final sorpresa tras los títulos, no perderlos.
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