LOS OJOS DEL BOSQUE de John Hough.
(The watcher en the Woods) Novela de Florence Engel
Randall.
1980. Fantastica. P: 7/10.
Director: John Hough.
Interpretes: Bette David, Carroll Baker, David
McCallum, Lynn-Holly Johson, Kyle Richards, Ian Bannen, Richard Pasco, Benedict
Taylor, Frances Cuka.
Musica:
Stanley Myers.
Fotografia:
Alan Hyme.
Sinopsis: Una
típica familia Americana (Helen y Paul, los padres; Ellie y Jan, las dos
chicas) se muda a Inglaterra donde alquila una casa de campo propiedad de una
vieja y excéntrica dama , la Sra. Aylwood (Bette) con una tragedia a sus
espaldas. Pronto, las dos chicas, comienzan a sentir presencias extrañas,
extrañas visiones y el bosque que rodea la mansión se hace amenazador.
Poco a poco
van conociendo la tragedia de la señora que perdió a su hija hacia ya treinta
años sin que nadie la pudiera encontrar….
Comentarios:
Una curiosidad poco conocida e injustamente poco valorada. Lo primero es el
intento de la productora de Disney, Buenavista, de crear una película de terror juvenil con los ingredientes y reglas
típicas de este género y la calidad del producto bien facturado de la segunda.
Lo segundo es que es una película de terror juvenil fuera del uso pues está
bien terminada y, además, es muy luminosa, escenas de miedo a plena luz solar
con una fotografía luminosa y clara. Lo tercero es que es, claramente, para
toda la familia, para los peques que se inician en el miedo y para los mayores
con una más que buena historia y unos personajes increíbles. Lo último, a tener
muy en cuenta no en balde es parte de la historia del cine de todos los
tiempos, es poder disfrutar de Bette Davis en los últimos años de su carrera y
de su vida (ya en sus últimos años).
El elenco de
actores están todos muy bien, incluyendo a la pequeña que carga en muchas veces
con el peor papel y el más complicada para ella.
Fue un
batacazo de la productora quizás por la indefinición del miedo y del concepto
del misterio: hay un fantasma, hay hechos sobrenaturales, hay magia, hay un
mundo gótico en esa capilla y ese cementerio o esas mismas tumbas dentro de la
iglesia. Lástima que no fueran un poco más valientes y atrevidos pero el
resultado esta ahí, no se puede cambiar en estos tiempos.
Y en el
fondo están esos juegos no tan infantiles aunque quienes lo hagan son niños
que, más tarde, irán purgando la culpa de sus actos y el miedo a la duda de su
responsabilidad de cosas que se les escapan.
Como no, hay
la escena de la fiesta de barrio, el carnaval, así le llaman allí en esa
América; esa otra en la sala de los espejos recordándonos a la mítica película
de Wells, los detalles simbólicos de la escritura al revés en los espejos (o el
juego del nombre del chucho), las
tormentas con toda su parafernalia, los caballos en estampida, la escena del
estanque con la chica a punto de ahogarse salvada por la vieja Sra. Aylwood, o
esa escena final de la invocación bajo el eclipse….
Una pequeña
delicia a recobrar y recordar, ha ganado mucho con los años, es como un pequeña
"delicatessen", un autentico bombón.
(Se dice que
se filmaron otros finales diferentes y perdidos, sobre todo una en especial que
le gustaba al director y que era mucho más macabro, menos optimista y muchísimo
menos de "final feliz" como el que rodo la productora e impuso en el
montaje final)
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