Moby Dick de John Huston.
1956.
Aventuras, drama, clásico. P. 9/10.
(Novela de
Henrman Melville). Guion: Ray Bradbury.
Fotografia: Oswald Morris.
Interpretes: Gregory Peck, Richard Basehart, Leo
Glenn, James Robertson Justice, Harry Andrews, Friedrich Ledebur, Bernard
Miles, Edric Connor, Orson Welles.
Sinopsis: El
Capitán Ahab del barco ballenero “Pequod “solo tiene en la cabeza acabar con la
“La gran ballena blanca”. Con Moby Dick, la ballena que lo mutilo y lleno de
odio y venganza. Como mando supremo del barco navega por los mares del mundo en
busca de la presa y enfrentarse a ella para destruirla. Una gran batalla por la
supervivencia en la que meterá a toda la tripulación y que, según un viejo loco
del muelle, solo uno sobrevivirá…
Comentarios:
De una gran novela, épica y de aventuras, una gran película, mas épica aun, con
más aventuras si cabe. Eterna lucha, eterna película, inolvidable film de
aquellos de los sesenta y setenta de cuando el cine era grande, una gran
aventura, un gran escaparate y aun había tipos como Huston y Peck y Welles.
Como todo su
éxito empieza en un muy buen guion, firmado por el genio de la ciencia ficción
Ray Bradbury, si, el de Crónicas Marcianas. Un guion solido, trabajado, con
respeto a la novela original, sin quitar ningún detalle importante; con
pequeñas modificaciones para hacer mas compresible la visión de una aventura
trágica, como toda la vida de los marinos pero en especial esta profesión, los
balleneros, que se jugaban la vida en cada pieza cobrada, jugando a ser dioses
en captura de seres mucho más grande que ellos y armados simplemente de un
pequeño ¿? arpón y una barquita de remos. Aventura no tan poética o idílica
pues al final solo perseguían el aceite de la grasa del animal y el tesoro,
cuando aparecía, del ámbar que lo haría millonarios.
A
continuación un gran director que se dejo al piel en el rodaje, piel y dinero,
por supuesto. Huston hace una de sus mejores obras, llena de un viejo
idealismo, casi ácrata, pero emparentado con los héroes clásicos, seres oscuros
capaces de arrastrar y mover voluntades hasta la muerte.
Y una gama
de personajes/actores soberbios. Peck es Ahab, cien por cien Ahab, lo borda, lo
vive, lo sufre como es muerte para siempre atado a su bestia blanca, tiene
momentos memorables cuando se lanza en sus peroratas como si quisiera-sé
convencerse a si mismo más que a los demás como en la que termina clavando el
doblón de oro en el palo. Pero no solo él, los arponeros, que pena de no darles
más tiempo en pantalla, son únicos empezando por esa joya de Queequeg,
Tashtego, etc…no olvidemos a los mandos con ese segundo de a bordo, religioso,
recto y duro, con dudas, el prototipo de persona normal enfrentada a un
problema casi irresoluble y, encima, buena persona; el oficial alegré y
bebedor, siempre sonriendo y gastando bromas o cantando; el tercero delgado y
flaco como su intenciones, siempre derecho, siempre presto a obedecer y de
lealtad al capitán por siempre. No debo olvidarme a Ismael, un genial Richard
que jamás voló tan alto. Y al padre Mapple (un sensacional e irreconocible
Orson)…en una iglesia como hay tantas por esos puertos dejados de las manos de
Dios.
Una gran
versión en manos de HUSTON, una fotografía increíble y difícil, los efectos
especiales muy buenos para la época (la ballena se realizo en unos astilleros,
se hicieron tres y las tres se perdieron en alta mar durante el rodaje), las
escenas de la caza de las ballenas parecen, si no lo son, reales, casi son un
documento de como se hacía en esa época, profesión que como tal ya ha
desaparecido en nuestros días (la imagen de las mujeres del pueblo despidiendo
al barco es de un patetismo increíble, puro neo realismo italiano), la cámara
consigue darnos el efecto del barco y del acción (la tormenta está conseguida
como pocas veces la hemos visto en la gran pantalla y esos hombre trepando bajo
la acción del agua y el viento y las oscilaciones del barco ante las olas que
rompen contra el casco de forma continua), la banda sonora en muy buena con
canticos de los pescadores incluidos (a empezar con las de la taberna con la
que arranca la película).
Un comienzo
primoroso, con la voz en off de Ismael que terminara cerrando también la
proyección….impresiona esa ballena blanca embistiendo al barco y como este, al
final, se hunde en el inmenso mar…tristeza, desolación, muerte…solo la ballena
blanca continua con su recorrido con el viejo Ahab sobre su lomo, una presa
mas, una aventura que recordar.
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