Frío en la noche (TV) de John Newland.
Don't Be Afraid of the Dark
(Nightmare) (TV)
1973. Terror, television. P:
7/10.
Director: John Newland
Fotografía: Andrew Jackson
Interpretes: Kim Darby, Jim
Hutton, Barbara Anderson, William Demarest, Pedro Armendáriz Jr.
Sinopsis: El matrimonio formado por Alex y Sally Farnham se mudan a la casa
de la Abuela de Sally quien ha fallecido recientemente y se la ha dejado en
herencia.
Mientras hacen unas mejoras a la casa , Sally se topa con una habitación
cerrada con llave, llave que encuentra en al cosas de la abuela, escondida; en
la misma ve una chimenea sellada y a pesar de las advertencias del Señor Harris,
el viejo carpintero que la sello tiempo atrás, , Sally decide desbloquear la
chimenea y abre la portezuela de la limpieza de cenizas y....
Comentarios: Desde que vi su
mediocre remake del 2010 con el título "No tengas miedo de la
oscuridad", película dirigida por Troy Nixey, musica de Marco
Beltrami e interpretada por Guy Pearce y
Kathie Holmes, producción de amigo Guillermo del Toro pues estuve buscando con
ahincó la película original que fue un telefilm televisivo de un realizador también
fundamentalmente de televisión.
La película ha llegado a nosotros como una película de culto, una de esas
delicatesen medio escondidas y que se mueven por comentarios y siempre de boca
a boca, muy de cinéfilos; un film angustiosos, de atmosfera siniestra, de
desarrollo realmente perturbador...la realización es muy efectiva, con
sugerencias, con planos oscuros en los que oímos los sonidos de los bichejos
con un deje como de ultratumba que da mal rollo, acojonan...
La pena es la actriz protagonista, un tanto blandita a pesar de que
reconoceremos a la chica de "Valor
de ley de Henry Hathaway, 1969" con el siempre potente e increíble John
Wayne.
Los bichejos pues, a la vista de los avances tecnológicos de hoy, parecen
unos monitos arrugados. Por cierto parecen o podría pensarse en las antepasados
cinematográficos de los Gremlins o de los Critters...
Gran trabajo de fotografía pues juega constantemente con la oscuridad o la
profunda penumbra, contrastando con la luz artificial o de linternas y, más
tarde, de las velas; fotografía esencial para el logro de este film.
Un final espeluznante, de esos que te dejan como marcado en esa maldición
bíblica de unirse a ellos y ser uno más, uno más que también esperara al
siguiente que los liberara para ser libres, libres pues tienen todo el tiempo
del mundo, todo el tiempo para conseguir al siguiente....
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