Siniestro de Uwe Boll.
2000. Thriller, terror. P: 2/10.
Director: Uwe Boll
Fotografía: Mathias Neumann
Interpretes: Casper Van Dien, Michael Paré, Eric Roberts, Jennifer Rubin,
Catherine Oxenberg, Michael Rasmussen, Tanja Reichert
Sinopsis: Seis cadáveres sin ojos... Seis cadáveres sin orejas... Cuatro
cadáveres sin lengua... Estas son las únicas pistas que está dejando un asesino
en serie. Los dos policías encargados del caso, Jim renart y Dorothy Smigh, no
encuentran la manera de atraparlo. Mientras, la presión de sus superiores y de
los medios de comunicación de la ciudad va en aumento. Por fin, Jim cree haber
topado con el culpable. Se trata de Tom Turner, que supuestamente ha encontrado
el cuerpo de la última víctima. Pero Turner es un respetable ciudadano, un
triunfador conocido por ser un implacable tiburón de las finanzas.
Comentarios: Un monumento debían de hacer a este director alemán, sobre
todo por películas como esta y, encima, do carajo pues, con ese triplete de
actores que están para algo más y mejor; se merecían otra cosa de más enjundia
y que les permitiera lucirse un poco y no esta peculiar y particular catástrofe
fuera de todo tipo de calificativo "artistico".
No sé de donde se saco (no usa chistera, ojo al parche) este guion (lo
firma el mismo, con su nombre; valiente es, lo reconozco)...un "totum
reboluton" o como diablo se diga, en el que mete/parodia entrevistas
picantes y subversivas de la televisión, filmación de pequeñas películas
"snuff" (ya sabéis, esas, las que se consideran que son de verdad o
que las quieren vender como "verite"; cine dentro del cine falso
filmando una escena de verdad que es de mentira pero...), esa sesión de fotos
con el prota en bolas ante la rechifla de su mujer embarazadísima....incluso
con ese tiroteo en la fiesta final paradigma de autor de calidad y, el duelo a
pie de escalera entre los dos ya enemigos a Cámara lenta cual Peckinpah de obra
mayores y violencia a tope....o esa escena entre la poli y el malote con la
navaja en mano....no digamos anda de como despide a su novia, chicos, ver la
escena, hay que aprendérsela de memoria, memorable.
Nada importa en las pelis de Boll, todo vale, todo entra y, eso sí, con un
manejo de cámara histérico, una música que desborda por todos lados venga o no
a cuento, una fotografía buena pero desaprovechada totalmente; unos actores que
se pelean por trabajar con el director pero...en fin, no hay altura para
comentar todo esto...Boll va haciendo historia y alcanzando metas
increíblemente bajas, todo un record buscado a propósito supongo. Es como el
tonto que fue al concurso mundial de tontos y quedo segundo, no quedo primero
por tonto....
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