Sesión doble: La novia de Frankenstein
y La Momia.
LA NOVIA DE FRANKENSTEIN de James Whale.
Terror. 1935. P: 10/10.
Director: James Whale.
Guión: William Hurlbut, John L. Balderston basada en la novela Frankenstein
de Mary Shelley
Música: Franz Waxman, Franz Schubert (Ave Maria, Op.52 No. 6)
Fotografía: John J. Mescall.
Maquillaje: Otto Lederer, Jack P. Pierce.
Intérpretes: Boris Karloff (El monstruo), Colin Clive (Dr. Henry Frankenstein),
Valerie Hobson (Elizabeth Frankenstein), Ernest Thesiger (Dr. Pretorius), Elsa
Lanchester (Mary Wollstonecraft Shelley/La novia del monstruo), Gavin Gordon
(Lord Byron), Douglas Walton (Percy B. Shelley), Una O’Connor (Minnie/sirvienta
en Villa Diodati), E.E. Clive (alcalde), Lucien Prival, O.P. Heggie, Dwight
Frye (ladronzuelo), Reginald Barlow, Walter Brennan, John Carradine.
Sinopsis:
En una velada Byron esta con el poeta Shelley y su novia/amante Mary
Shelley..(“cuéntanos tus infiernos mientras el cielo brama")…con una
tormenta monstruosa tras los ventanales. De esta forma Mary continúa su
historia donde nos la dejo la primera película de Whale.
Vemos que
el monstruo se salvo de la quema y destrucción del molino al caer en un pozo de
agua bajo el mismo. La gente de la aldea se marcha abatida salvo la criada Minnie que piensa que aun está
vivo. Vivo y libre creando el terror y la destrucción.
Henry
salvado es visitado por un extraño doctor Pretorius que como un diablo tentara
y amenazara a Henry a volver a sus experimentos. Le muestra, incluso, como en
una atracción de feria, unos pequeños seres encerrados en cilindros de cristal,
seres que luchan por escapar antes la mirada complaciente de Pretorius (la base
de estos homúnculos ya está en la novela de Mary).
Gran escena
de la visita del monstruo escapando de nuevo a la casa de un viejo invidente,
se escapa de todo artificio y sensiblería, a la que llega tras la música que
hace con su violín.
De nuevo
escapando llega a las catacumbas donde se encuentra con Pretorius comiendo
sobre un ataúd de una joven a la que ha robado los huesos. La escena es
increíble, la aproximación del monstruo ante la ligera sorpresa de un Pretorius
medio achispado y como lo contenta con una copa de licor, brindis de dos
monstruos enamorados de la muerte. “Yo quiero a los muertos. Odio a los vivos”
dice el monstruo.
El monstruo instigado por Pretorius rapta a
Elisabeth y obliga a Henry a ayudarle a crear una mujer.
Crean a la
mujer, un ser especial y extrañamente bello con un rebuscado maquillaje y un
complicado y ultramoderno peinado (a destacar las cicatrices en la garganta). El monstruo acude a conocer a su futura
compañera lleno de... ¿ilusión? Pero, ella, cuando lo ve grita horrorizada y lo
rechaza. Trata de ser amigable, le coge con dulzura la mano pero es rechazado
una y otra vez con ese grito tan extraño y, con una lagrima que cae en el ojo
del monstruo y dejando irse a su creador, destruye todo con el…
Comentario:
La existencia de la mujer monstruo ya esta en la novela original, así como los homúnculos
que darán luego lugar a películas como “Dr, Cyclops” o “Muñecos infernales”.
Ese prologo imposible es magnífico y Elsa Lanchester esta sensacional y
preparando su regreso en el relato como la mujer monstruo; Byron hace aquí un resumen
extraño y cabal de la primera película en un montaje maestro.
La película
es evidentemente Pretorius, el alter ego de Henry o, mas bien, el Mefistófeles si
Henry es el Fausto del cuento y un monstruo que habla, magistralmente
interpretado por Karloff, un monstruo entrañable cruel, violento, y patético en
su soledad y en su búsqueda de una amistad que se le niega.
Un detalle a
destacar es la creciente fuerza de este ser conforme va transcurriendo la
película. Que pasa de ser detenido por la turba del pueblo de nuevo, a romper
sus cadenas y sembrar el caos y la muerte.
Las
figuritas de Pretorius que Henry dice mas bien de magia negra, son en sus roles
tremendos: la reina, el rey con ansia de los favores de la misma. La sirena y
la Bailarina como fantasías sexuales, el Obispo como represión moral
institucional y el Diablo con cierto parecido al loco doctor, como el intenta
decir.
Elsa, recién
renacida, en pocos segundos aparece en escenas con explosiones eléctricas, con
la tormenta en lo alto, sus movimientos bruscos aprendiendo y, mas tarde,
bellamente vestida.
Se
considera como superior a la primera, se ven mas medios, mas cariño incluso, y
mucho humor negro.
Todos los
actores están geniales y a destacar un secundario de lujo, Dwight Frye, el Flint
de la primera que es asesinado y que aquí le meten en una sub-trama que luego
quitaron con el asesinato de varias personas emulando al monstruo y que este,
al final lo tira desde el torreón.
Magnifica,
con un Karloff en alza y toda una simbología freudiana y mefistofélica y
artística.
LA MOMIA de Karl
Freund.
1932. Terror, romance.
P: 9/10.
Director: Karl Freund
Música: Peter Tchaikovsky
Fotografía: Charles Stumar (B&W)
Reparto: Boris
Karloff, Zita Johann, David Manners, Edward Van Sloan, Arthur Byron, Noble
Johnson, Leonard Mudie
Sinopsis: Un grupo de arqueólogos británicos invaden la tumba de un cadáver
momificado que resulta ser un sumo sacerdote del antiguo Egipto. La momia, que
revivirá accidentalmente 3.700 años después de su muerte, intentará raptar a
una joven de ascendencia egipcia que se parece a la princesa que amó en vida y
que fue el motivo de su ejecución.
Comentarios: La película comienza con una inscripción egipcia en tintes blancos y
negros, y tras un pequeño prólogo en que obtenemos la única visión de la momia
como tal despertando, nos trasladamos a varios años después, en que ésta ya ha
adquirido el cuerpo de Karloff. Y que Karloff, esta que se sale y nos da
pavor/terror al tiempo que una cierta pena y desazón; la interpretación de
karloff es soberbia. El trabajo que tuvo que sufrir fue de muchas horas de
maquillaje, horas y horas y sufriendo, bajo la mano mágica de un Jack Pierce
pero que tuvo su frutos en la, quizás, mejor interpretación de Karloff, no
digamos más de la recreación de los escenarios Egipcios, increíblemente bien
realizados, magistralmente reconstruidos, con imaginación pero también con una
gran respeto y fidelidad y cariño, es la magia de los viejos tiempos y los
antiguos dioses...
La
inquietante y siniestra atmósfera que cubre toda la cinta se beneficia de la
falta de color y permite al director crear una película de aventuras y a la vez
de suspense; llena de una fotografía fantástica en al que la luz es un punto
importante sino casi imprescindible y le da un clave romántica. Esa mezcla de
exotismo, romanticismo y miedo esta notablemente conseguida en una atmosfera
onírica e irreal....
El uso de los efectos especiales, aunque parco (comprensible por la época),
consigue unos correctos resultados. El maquillaje de Karloff hace que nos
creamos que realmente es la momia, y los flashback a los que la cinta recurre
para contar a la futura prometida de la momia su historia, se integran perfectamente
en el conjunto.
Una gran aventura romántico/terror que nos permite soñar y viajar a mundos
exóticos, más allá del tiempo y del espacio.
Esa imagen
de la resurrección de la momia, esas vendas deslizándose a través del dintel de
la puerta abierta por la que acaba de e sacar la momia con el pergamino en la
mano....o esa otra con Imhotep en el Museo invocando a su amada muerta y como
la joven siente la llamada...o ese final épico y hermoso con los dioses
volviendo a ejercer de su papel y castigando al blasfemo...
Hubo la
versión, muy buena pero sin llegar a
esta, de la Hammer con un Christopher Lee en el papel de "La Momia"
y, más tarde, en calve casi paródica y aventuras al cien por cien de Stephen
Sommers, la historia en otra clave es prácticamente una copia calcada de la película.
Uno de los
mejores homenajes al mundo de los Egipcios y su Edad Antigua.
"Junto con “Dracula” (1931) de Tod Browning y “El Doctor Frankenstein”
(1931) de James Whale, “La Momia” (1932) se la puede considerar como uno de los
ejemplos más sobresalientes de esas viejas joyas del horror clásico que
manufacturó la Universal en los años treinta. Se puede considerar el primer
papel importante (por caracterización, interpretación e intervención) del
británico Boris Karloff antes de encumbrarse, por si no tenía poco con su
popularidad, con “La Novia de Frankenstein” (1935) antes de ser relegado
nuevamente a sus principios como actor; a papeles secundarios de Hombre Alto y
tez siniestra.
El maquillaje del que fue sometido no tiene precedentes en su época. Lo vemos
momificado como cadáver y dos lustros más tarde caracterizado como el siniestro
guía egipcio Ardath Bey de mirada tan hipnotizada como petrificante. El grupo
de arqueólogos británicos encabezados por el doctor Joseph Whemple (Arthur
Byron), su hijo Frank (David Manners) y el doctor Muller (Edward Van Sloan) no
sospechan de su origen pero si de sus intenciones; ir en pos del papiro que
devolverá a la vida a la princesa Anek-Es-En-Amon de quien Imhotep, nombre
auténtico de Ardath y que fuera sacerdote antes de ser sacrificado por su
intento de resucitar a Anek tres mil años atrás, quiere hacerse con su poder.
Pero necesita el cuerpo y la belleza de la atractiva Helen (Zita Johann), la
amada de Frank, y que guarda un increíble parecido a la antigua princesa."
Karl Freund, el director, fue ayudante de Fritz Lang, perteneciente al cine
expresionista alemán y gran operador de cámara. "Los primeros planos con
el rostro inerte y arrugado de Karloff es la primera imagen que le viene a uno en
mente" de esta gran película. Y dándole un toque de romanticismo al
monstruo, esta humanizado por el tremendo amor que siente hacia una mujer en
siglos, aparte de recalcar en su diplomática educación hacia sus rivales que
incluso hace helar a más de uno la sangre." Solo de comprobar sus trabajos
en Las arañas de Fritz Lang, El Golem de Paul Wegener, La Cabeza de Jano de
Murnau, Metropolis de Fritz Lang, Dracula de Browning, Cayo Largo de John
Huston....
Muchas referencias y comparativas con Dracula, tan absurdas como
increíbles; no hay relacionar entre estos dos seres...