domingo, 3 de agosto de 2014

Domingo clasico: EL TIGRE DE ESNAPUR de Fritz Lang.


 EL TIGRE DE ESNAPUR de Fritz Lang.

1959. Aventuras. P/ 8/10.

Director: Fritz Lang.

Musica: Michel Michelet.

Fotografia: Richard Angst.

Interpretes: Debra Paget, Walther Reyer, Paul Hubschmid, Claus Holm, Sabine Bethmann, Valery Inkijinoff..

Sinopsis: Una bailarina del templo, Sheethe, viaja por orden del Marajá de Esnapur, hombre enamorado con locura de ella y que le ofrece su corazón. Pero en el camino se enamora de un arquitecto europeo, Harald,  que le salva del ataque de un tigre con solo una rama ardiendo,  y tendrán problemas para esconder su amor del celoso monarca por lo que tendrán que huir del palacio por los subterráneos, escapar a caballo, atravesar el desierto….

Comentarios: ¡que delicia de película! Ya casi no la recordaba, me quedaban ecos de alguna escenas como la del baile en el templo, las de las cuevas por debajo del palacio, el enfrentamiento con el tigre, la batida, los trucos de magia del faquir como el de la cuerda mágica, antes el grupo de gimnastas y equilibristas, esos leprosos subiendo, no, reptando, por las escaleras con las mano dirigidas hacia el arquitecto, etc.…volver a verla ha sido como un aire fresco y juvenil, un volver al cine de siempre mágico y vital, un poco retornar a mi juventud sedienta de cine.

No deja el lado de cine negro en esas intrigas palaciegas, esas luchas de poder y por el poder, las supremacías y envidias  entre hermanos, conjuras de nobles y la magia de la India siempre eterna, siempre renovada.

Una bellísima fotografía en colores, una direcciona artística que es casi insuperable, vestuario trabajado como pocos, coreografía que adapta la danza india con toques más europeos, una banda sonora que hace también mezcla de estilos…

Los escenarios interiores están profusamente sobrecargados de figuras, de pinturas, de bajorrelieves, de muebles y muebles, de dorados,….una sobrecargada y abigarrada conjunto de enseres que hace que duela su vista. El contraste lo marca ese templo presidido por la gigantesca estatua de la diosa.

Los actores en general un tanto grises, discretos, planos salvo una bellísima Debra Paget que baila como los ángeles en una danza mas erótica de lo que parece a simple vista, con unos movimiento de gimnasta con la suavidad y elegancia de las primas donnas. Unos ojos que te enamoran.

Una película que ha influenciado y mucho a películas posteriores, como a las de Indy. Te llena de fantasías, de Salgari, de Verne, de sueños juveniles, de aventuras sin fin, de amores románticos luchando contra todo y el poder, cuando el amor era más importante que las posesiones o el dinero o el poder.

Aventuras sin fin, exotismo, baile y música, amor, intrigas, celos… ¿Quién da más?

Continuo en “La tumba india” aun un poco mejor.

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