EL TIGRE DE ESNAPUR de Fritz Lang.
1959. Aventuras. P/ 8/10.
Director: Fritz Lang.
Musica: Michel Michelet.
Fotografia: Richard Angst.
Interpretes: Debra Paget, Walther Reyer, Paul
Hubschmid, Claus Holm, Sabine Bethmann, Valery Inkijinoff..
Sinopsis:
Una bailarina del templo, Sheethe, viaja por orden del Marajá de Esnapur,
hombre enamorado con locura de ella y que le ofrece su corazón. Pero en el
camino se enamora de un arquitecto europeo, Harald, que le salva del ataque de un tigre con solo
una rama ardiendo, y tendrán problemas
para esconder su amor del celoso monarca por lo que tendrán que huir del
palacio por los subterráneos, escapar a caballo, atravesar el desierto….
Comentarios:
¡que delicia de película! Ya casi no la recordaba, me quedaban ecos de alguna
escenas como la del baile en el templo, las de las cuevas por debajo del
palacio, el enfrentamiento con el tigre, la batida, los trucos de magia del
faquir como el de la cuerda mágica, antes el grupo de gimnastas y
equilibristas, esos leprosos subiendo, no, reptando, por las escaleras con las
mano dirigidas hacia el arquitecto, etc.…volver a verla ha sido como un aire
fresco y juvenil, un volver al cine de siempre mágico y vital, un poco retornar
a mi juventud sedienta de cine.
No deja el
lado de cine negro en esas intrigas palaciegas, esas luchas de poder y por el
poder, las supremacías y envidias entre
hermanos, conjuras de nobles y la magia de la India siempre eterna, siempre
renovada.
Una bellísima
fotografía en colores, una direcciona artística que es casi insuperable,
vestuario trabajado como pocos, coreografía que adapta la danza india con toques
más europeos, una banda sonora que hace también mezcla de estilos…
Los
escenarios interiores están profusamente sobrecargados de figuras, de pinturas,
de bajorrelieves, de muebles y muebles, de dorados,….una sobrecargada y
abigarrada conjunto de enseres que hace que duela su vista. El contraste lo
marca ese templo presidido por la gigantesca estatua de la diosa.
Los actores
en general un tanto grises, discretos, planos salvo una bellísima Debra Paget
que baila como los ángeles en una danza mas erótica de lo que parece a simple
vista, con unos movimiento de gimnasta con la suavidad y elegancia de las
primas donnas. Unos ojos que te enamoran.
Una película
que ha influenciado y mucho a películas posteriores, como a las de Indy. Te
llena de fantasías, de Salgari, de Verne, de sueños juveniles, de aventuras sin
fin, de amores románticos luchando contra todo y el poder, cuando el amor era
más importante que las posesiones o el dinero o el poder.
Continuo en
“La tumba india” aun un poco mejor.
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