EL HOMBRE
LEOPARDO de Jacques Tourneur.
1943, Thriller. P: 9/10.
Director: Jacques Tourneur.
Versión
libre de la novela “Coartada negra” de Cornel Woolrich.Fotografia: Robert Grasse.
Musica: Roy
Webb.
Intérpretes: Dennis O’Keefe, Jean Brooks (Kiki), Margo (Clo-Clo), Isabel Jewell (Echadora de Cartas), James Bell (Dr. Galbraith), Abner Biberman (Charlie).
Sinopsis:
Una cantante de un club de Nuevo México aparece en escena con un leopardo que
se escapa. Poco más tarde aparece muerta
una joven del lugar atacada por el animal cuando, en la noche, fue a compara
harina. Se organizan batidas para encontrar y cazar al animal huido de forma
infructuosa. Pronto aparecerán mas muertas….
Comentario:
Tourneur toco todos los géneros, paso del cine negro al de aventuras, del oeste al fantástico,
toco la comedia….es decir todos los palos y con resultados brillantes,
realizando pequeñas joyas que perviven en nuestras retinas. Así es el autor,
por centrarnos en lo que nos interesa, de “La mujer pantera-1942, Yo camine con un
zombi-1943, La noche del demonio-1957, La
comedia de los terrores-1963”.
Esta es una
película a caballo del cine negro y el terror. En su forma y expresión es
terror, en su contenido es cine negro y en ambas por su conexión palpable del
asesino en serie. Es la primera vez que aparece en el cine un serial killer que
tanto juego dará con posterioridad.
Lo más
flojo, desgraciadamente, es el guion, un tanto endeble para una historia
policiaca y de investigación con personajes planos y poco aprovechados,
centrado la mirada en el grupo de cantantes del club y no en el real asesino y
mejor personaje, con más enjundia y valor a nuestros ojos.
Lo
sensacional es la forma narrativa en una fotografía esplendorosa y poética en un blanco y negro sensacional que recoge
los recovecos del miedo y el grito final de las víctimas. Son esas escenas de
terror de las victimas, ya son leyenda, imitadas hasta la saciedad en el cine
moderno, así el ataque de la pantera a la joven que va a comprar harina para la
cena de su padre con esa elipsis del reguero de sangra por debajo de la puerta
ante la mirada atónita de la madre y el hermano (antes ya nos pone los pelos de
punta con esos pájaros mecánicos, esos ojos de la pantera, esa cámara subjetiva
par la huida de Teresita). La del asedio del cementerio en medio de las tumbas
que no dañan pero no ayudan y esa rama del árbol que se combando ante el peso
de la fiera, los muros, las estatuas que miran de forma obsesiva, la brisa en los
arboles. La de la ciudad y sus pocos encantos, laberinto de muerte y esa sombra
amenazadora, ese resto de un cigarrillo….pero es en un final de infarto, con
las fiestas mexicanas en su apogeo, en esa procesión con los encapuchados al
atardecer en la que se mezclan nuestros protagonistas y, bajo el árbol, en la
confesión casi mística y solar rota solo por el estampido del revolver
sacrificador….
Es Tourneur
y su equipo. Es magia, es cine.
Es Dynamite,
el leopardo que también utilizo, nadie lo ha hecho como él, en La mujer
pantera, con esos ojos brillantes y su furia rabiosa por sentirse encadenado e,
imagino, la parafernalia de la grabación.
Los actores
todos están bien destacando esa Mago que hace el papel de Clo-Clo, cantante
local y típica y, sobre todo, un personaje poco aprovechado pero que roba todas
las escenas, es echadora de cartas y la muerte que siempre aparece en su camino
de la cantante.
Ataques
nocturnos, sombras, pasos acechantes, elipsis en las muertes, calles
amenazantes, vegetación que esconde terrores, goticismo del cementerio,
leyendas y tradiciones locales y miedo… ¡que más se puede pedir!
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