LAS TRES LUCES de Fritz Lang.
1921. Fantástico, drama, clásico, blanco y negro,
muda. P: 9/10.
Director: Fritz
Lang.
Interpretes: Lil
Dagover, Walter Jansenn, Bernhard Goetzke, Rudolf Klein-Rogge, Hans Sternberg,
Eric Pabst.
Sinopsis: Una joven pareja de enamorados viaja en
una diligencia. El vehículo realiza una parada en una posada, donde un
misterioso desconocido, que se ha unido poco antes a los viajeros, desaparece
con el joven. La muchacha busca desesperadamente a su novio y, al descubrir que
es la Muerte quien se lo ha llevado, implora a ésta para que se lo devuelva. La
Muerte le muestra tres velas (vidas) a punto de extinguirse y le explica que
sólo si logra salvar alguna de ellas, podrá recuperarlo...cada vela es una
historia en Italia, en China, en Arabia feliz. No lo conseguirá, el destino es
la muerte en cada una de ellas y volverá a pedirle ayuda a la muerte.
Comentarios: Obra inolvidable que junto con el
“Fausto de Murnau”, “El gabinete del doctor Caligari” y “EL HOMBRE DE LAS FIGURAS DE CERA de Paul
Muni” forma la tetralogía
imprescindible del expresionismo alemán.
Cuatro obras maestras, cuatro hitos del
cine que no sería tal como hoy lo conocemos sin ellas. Y obra que ha ido
influenciando al cine en distintas épocas desde a Fairbanks, a Buñuel, a
Bergman, a Hitchock…
“Ponme en tu
corazón como un sello.
Y
como un sello en tu brazo.
Porque
el amor es fuerte como la muerte
Y
su afán es constante como el infierno.
Su
sangre es ferviente
Y
una llama del señor.
Porque
el amor es más fuerte como la muerte”
“Un
día un forastero preguntó al sepulturero el camino de la ciudad. Le resultaba
extrañamente conocido, aunque nunca le había visto en persona".
Una de las grandes colaboraciones entre
Lang y su mujer Thea Von Harbou.
El desarrollo del film se hace con una historia
central, la de los dos enamorados y como la muerte los separa, con la de otras
tres que van en paralelo con esta primera y es la que mas trasfondo ético,
moral, filosófico tiene. En esa forma es muy similar a “El hombre de las figuras
de cera de Paul Muni” (El amor entre el joven poeta y la hija del dueño del
Museo de Cera y las historias que va escribiendo el joven sobre oriente medio y
las mil y una noches, sobe Iván el terrible, sobre la persecución de Jack el
destripador)
En si es un hermosa fabula, un cuento de hadas, una
parábola sobre el amor y la vida y la muerte.
Una maravilla fantástica, las escenas donde están
hablando la Muerte y la joven suplicante, rodeado de altos y largos cirios
encendidos es pasmosa y el actor que hace de la Parca (Bernhard Goetzke) hace
una interpretación soberbia, da terror pero no exento de una cierta humanidad,
de una cierta pena por el destino del hombre y la amargura por su propio
trabajo (…y de cosechar odio porque
obedezco a Dios…). (Años más tarde, 1957, lo copiaría vilmente Bergman en
El séptimo sello con un Benqt Ekerot haciendo casi el mismo papel). Y así se
transformara en el jardinero que hará el hoyo par matar al infiel y que muera,
será el moro que mate al joven disfrazado siguiendo las ordenes de su ama, será
el fiel arquero del emperador que mate con el arco al joven convertido en
tigre, en la lejana china…
Con la excusa
de que debe evitar que una de las tres luces (cada luz es una vida) se extinga
para recuperar al amado, Lang nos traslada primero a Oriente Medio, la Arabia
feliz y nos cuenta una historia de amores desgraciados por el fanatismo
religioso. Una joven musulmana y un infiel y hay que matar al infiel….en el
segundo nos transporta a Italia, tierra del amor y la felicidad, en el mundo de
los carnavales y los amores, allí la joven está enamorada de un poeta pero
Giacomo se interpone entre ambos y quiere matar al joven; la joven enamorada
urde la trampa para matar a Giacomo pero enterado este, hace que el joven y tonto poeta vaya vestido
como el, y, en vez de él, cae muerto
ante la trampa de la amada y por la mano de su amada…en el tercero nos lleva a la china milenaria y a una pareja de tortolos
que viven con un mago que deberá ir a la corte a entretener al emperador; allá
van y allí el emperador admirado se queda prendado de la joven y decide
quedarse con ella a pesar de todo lo que el mago hace por el y de los fantásticos
regalos que le hace, huyen los dos jóvenes pero la muerte los encuentra y lo mata
siendo la joven convertida en una estatua de la diosa que llora por el amado a
sus pies….
La estética expresionista, esas escaleras larga y
sin fin, esas puertas, esos decorados góticos y muy recargados, esa tenue luz
que ilumina a los personajes, esas imágenes-increíbles aun a día de hoy- con los espectros atravesando
el alto muro o cuando la muerte levanta el alma de la joven y al del amado y se
los lleva juntos dejando los cuerpos en la cripta.
Uso de efectos especiales revolucionarios para
aquella época, aun hoy conmueven esos espectros, esos decorados de cartón
piedra que son arte puro, esos diminutos ejércitos, ese caballo volador…todo
ello en un gran montaje, milimétrico, exageradamente perfecto.
A destacar la escena en que los viejos del hospital
escapan ante la petición de sus vidas por parte de la joven, como mas tarde
ante el fuego que se come todo el lugar, la joven entra para salvar a un bebe y
la muerte se lo pide en pago del amado pero ella, de pronto y sabiendo lo que
hace, se lo niega y lo entrega a la madre por la ventana quedándose ella dentro
y muriendo…”No podría pagarte este
precio. Ahora toma mi vida también porque sin mi amado, mi vida no me vale
nada.”
O esa aparición de la muerte tras un pequeño
torbellino de aire…o la presentación de la fuerzas vivas del pueblo, pocos
retratos tan perfectos de unos personajes se han realizado en tan pocos
fotogramas.
Y como en las obras clásicas al final todo está
enmarcado por el destino y la lucha de ser humano para evitar su fatalidad.
“¡Quien desecha su vida, la ganara!”
“¡Las
doce en punto y sereno!
¡Preservaros
de fantasmas y magia!
¡Que
ningún espíritu malo se apodere de vuestra alma!”…