miércoles, 1 de julio de 2015

Memorias de un hombre invisible de John Carpenter.


Memorias de un hombre invisible de John Carpenter.

1992. Ciencia ficción, fantástico, comedia. P: 6/10.

Director: John Carpenter.

Musica: Shirley Walker.

Fotografia: William A. Fraker.

Reparto: Chevy Chase, Daryl Hannah, Sam Neill, Michael McKean, Jim Norton, Pat Slipper, Paul Perry, Stephen Tobolowsky.

Sinopsis: Nick Halloway (Chevy Chase) es un analista financiero muy jovial y divertido que conoce a Alice Monroe (Daryl Hannah), una atractiva rubia de la que se enamora. Un día Nick, estando en un laboratorio, es víctima de un accidente que le convierte en invisible. Cuando el agente del gobierno David Jenkins (Sam Neill) conoce la existencia de Nick, intenta reclutarlo como agente de espionaje para la CIA.

Comentarios: Lo que iba a ser un guion del gran William Goldman basado en una novela de H. F. Saint, con todas su posibilidades se quedo en esto a causa de la megalomanía del actor principal, ese pesado de Chevy Chase; tuvieron que rescribirlo con otros guionistas y, claro, desaprovecha las mucha posibilidades del argumento para mayor gloria de Chevy, por cierto, una elección totalmente desafortunada en mi modesta opinión.

Un mal o mediocre guion con un actor principal sosera y cabreante.

Carpenter que acababa de rodar esa joya que es "¡Están vivos!", toda una película critica contra el sistema social actual, con más de dos y tres lecturas diferentes se pone al mando de una producción comercial y si bien saca el partido que puede se queda corto. Lo mejor es ese personaje de Sam Neill/David Jenkins, un autentico monstruo criado dentro de la Cia americana (critica incluida al sistema aunque de forma un tanto personal y tangencial).

Buenas escenas de Carpenter y Magic Light como la del maquillaje y, más tarde, el terrorífico efecto al desmaquillarse la boca. La súper del cuerpo traslucido de Nick bajo la lluvia...a destacar la risible escena inicial del taxi y el borracho dentro del mismo o la parcial invisibilidad del edificio (toda una autentica proeza para la época), la digestión de la comida o el humo en los pulmones, la cabeza maquillada corriendo por la calle...

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