RE C 2 de Jaume Balaguero y Paco Plaza.
2009.
Terror, española, secuela. P: 7/10.
Directores:
Jaume Balaguero y Paco Plaza.
Fotografía:
Pablo Rosso.
Intérpretes:
Manuela Velasco (Angela), Oscar Zafra (Jefe de los Geos Fernandez), Ariel Casas (Larra, uno de los geos),
Alejandro Casaseca (Martos (otro de los geos), Pablo Rosso (el camara de los
geos), Juli Fábregas (Jose, bombero que quiere encontrar a sus amigos), Javier
Botet, Jonathan David Mellor (Doctor Owen), Pau Poch (Tito), Andrea Ros
(Mireia), Alex Batllori (Uri), Pep Molina (Padre de Jennifer) .
Sinopsis:
Entran en la casa infectada un grupo de soldados de elite acompañando y
protegiendo a un enviado del ministerio de sanidad que debe inspeccionar el
lugar. Allí van encontrando a los primeros infectados y pierden a un primer
soldado. El de sanidad es en realidad un sacerdote en busca de la sangre de una
niña que fue poseída, la Medeiros, tiene que encontrarla como sea.
Por otro un
grupo de críos con cámara entran siguiendo a un bombero que quiere encontrar a sus
compañeros que entraron con anterioridad y se encuentran con el horror y el
grupo del sacerdote.
Comentarios:
Gran secuela de REC. No desmerece en
nada a la primera salvo en dos puntos y algunas incongruencias innecesarias del
guion.
Técnicamente
casi perfecta, esos manejos de cámara, sincronización de escenas y personajes,
miedo en estado puro, tecnología digital muy buena y una gran banda sonora; en
esos puntos es mejor que la primera, más desarrollada, más trabajada. De nuevo
la cámara subjetiva y aquí, incluso, con la propia de los cuatro soldados. Y
mucho humor negro, negrísimo como la propia falta de luz y es que en la
oscuridad ¿Quién se ríe?...
Con un par
de golpes de efecto, vuelta de tuerca sobre el propio argumento, y con unas
escenas geniales, llenas de patetismo, nos envuelve una atmosfera de
claustrofobia, de terror a lo ignoto, no estamos cómodos en nuestro sofá, nos
vamos llenado de nervios, de angustia, de dolor…
No entro en
si los giros son mejores o peores, en la primera no había explicación, miedo,
movimiento, terror, zombis por un lado y otro, aquí, como en todas, las
explicaciones no es que fallen es que cada uno, ya perdida la sorpresa de la
primera, nos decantaríamos por una u otra o ninguna; siempre habrá detractores
de esos giros argumentales, de esas
explicaciones. Por otro hay dos y tres puntos de vista, que en un momento dado
se superponen escenas desde dos puntos de vista lo que es todo un alarde y muy
bien hecho además; esos dos se unen hacia el tercio del film parta dar tiempo a
la sorpresa final.
Pero falta
la naturalidad de la primera, el asombro de la misma, aquella espontaneidad se
ha perdido y esperemos que no para siempre.
Las cámaras
vuelven a fallar en el momento adecuado, el sonido se distorsiona de forma
convincente, los cortes de las
grabaciones que dan una sensación como angustia.
Grandes
escenas muy al estilo de la primera y novedosas y posibles homenajes
inconscientes o no, no lo sé, a otros films. Así la escena de la abuela zombi
avanzando hacia el soldado, antes ha quitado ese disco de “Suspiros de España”;
poco más tarde el grupo es atacado por el soldado infectado que es encerrado en
una habitación a la que el sacerdote pone un crucifijo en la puerta. La del
niño infectado que surge del techo y huye por el. El soldado avanzando por el
túnel en el ático buscando la probeta con la sangre y se encuentra con la
manada de críos que le atacan. Cuando el cura interroga al diablo en forma de
niña que ha sido capturada. O el suicidio del soldado que por un casual se llamaba
Larra.
Interesante
el concepto de luz y oscuridad, de percepciones que están en la oscuridad, como
un reflejo distorsionado, una realidad alternativa, un mundo paralelo terrible
que podría entroncarse con los mundos de Lovecraft.
Y lagunas
que a lo peor no son tal como esos dos niños que están en el limbo ¿Rec 3 para
y con ellos?...y los adultos que atacan de pronto y con lo mismo desaparecen.
Porque esa búsqueda de alguno para sacar una muestra si tienen a tres
infectados en el ático…
Con ecos de
las pelis de Cronenberg (Vinieron de dentro de…, Rabia, Cromosoma · 3, etc…),
de Friedkin (El exorcista), de Carpenter (La cosa)...
Los actores
muy discretos sobre todo esa panda de jóvenes medio descerebrados que dan
cierto repelús y la Manuela rematadamente mal, ni con la mejor de nuestras
miradas cómplices lograrías verle algo bueno cosa que si hacíamos en la
primera. Destacaría al actor que hace de cura (Jonathan Mellor) que da más
miedo que la niña Medeiros cuando le hacen algún primer plano.
Gran dirección
artística, grandes efectos sonoros y una fotografía digna de un óscar.
Atención a
la canción de los títulos de crédito. Por algo estará. Seguiremos la saga...