LA CAMPANA DEL INFIERNO de Claudio
Guerin Hill.
1973. Terror, española. P: 7/10.
Director: Claudio Guerin Hill/Juan
Antonio Bardem.
Fotografía: Manuel Rojas.
Intérpretes: Renaud Verley, Viveca Lindfors, Alfredo Mayo y Maribel
Martín.
Sinopsis: "Tras la muerte por suicidio de su
madre un joven, Juan, sale del hospital siquiátrico donde fue internado por una
tía suya después de más de tres años de internamiento.
Cuando regresa a su pueblo va planeando una terrible
venganza con su tía y sus tres primas."
Comentarios: Un rareza, una maldición
(la muerte del propio director en su rodaje al caerse del campanario), una gran
película sobre todo en su atmosfera enfermiza, cerrada, oscura; en su música
con ligerísimos toques étnicos; en su fotografía bella y minuciosa,
naturalista, que recoge de forma hermosa los hermosos paisajes de la costa
coruñesa; en esos enfermizos personajes encerrados en su propias
contradicciones, miedos y deseos.
La podéis ver en youtube: https://www.youtube.com/watch?v=NvnwUBe22Qs
Recogido en EL Mundo sobre el encuentro
de un guion original de esta película y las causas que la han llevado a ser
considerada como una película especialmente maldita del cine de terror español:
"Hubo una vez una iglesia en Galicia de la que se decía que estaba
maldita. Claudio Guerín Hill quiso rodar en ella su gran película, se cayó de
su campanario y murió. 40 años después, su guión, que se daba por perdido,
aparece hecho libro
Sólo los extranjeros, libres de los
prejuicios de los espectadores 'indígenas', son capaces de apreciar en su valor
él nunca bien ponderado cine de 'fantaterror' español de los años 60 y 70.
Allende nuestras fronteras, nadie duda de que cintas como 'Miss muerte' (Jesús
Franco, 1965), 'La noche de Walpurgis' (León Klimovsky, 1971), 'Una vela para
el diablo' (Eugenio Martín, 1973), 'Ceremonia sangrienta' (Jorge Grau, 1973) o
'¿Quién puede matar a un niño?' (Narciso Ibáñez Serrador, 1976), entre otras
muchas, son tan dignas como sus pares del resto de Europa. De hecho, en el extranjero, el cine de terror
español es todo un género que
gusta tanto como aquí esas cintas de la Hammer y la Amicus que serían su
equivalente británico.
Inglesa precisamente -de 1998- es la única edición en
DVD que se conoce de 'La campana del infierno' (1973), la cinta maldita del
cine de terror español, que fuera el segundo y último largometraje de Claudio
Guerín Hill, su director. Poco más que ese DVD, del que ya están contadas las
copias y se venden a precio de oro, es lo que había hasta ahora de una película
tan sombría como majestuosa. Ni siquiera se conservaba una copia de su guión,
original de Santiago Moncada. Hasta que, no hace mucho, Daniel María, un
colaborador de la editorial Neys Books, dio con una en la Biblioteca Nacional,
muy probablemente la llevada allí por los productores para obtener el depósito
legal, como era preceptivo en la época. Tras un paciente trabajo que ha puesto
de manifiesto las diferencias entre el libreto y el montaje final de Juan
Antonio Bardem, dicho guión acaba de publicarse con una introducción del propio
Moncada.
'La campana del infierno' es una película maldita
porque apenas se ha visto: tuvo 542.876 espectadores (pocos para la época) y
recaudó 23.656.574 pesetas en todos los años que duró su vida comercial. Pero
también porque que hizo que cayera sobre Guerín el estigma que parece obrar
sobre el lugar en que se rodó: el campanario de la iglesia de San Martiño
en Noa (La Coruña).
Cuenta la leyenda que los lugareños refieren a los
foráneos que el frontón del templo está condenado a la asimetría que le da un
sólo torreón porque el cantero se mató mientras levantaba el campanario,
dejando su trabajo sin acabar. Quien lo finalice correrá la misma suerte,
terminaba la historia, no obstante la cual, Guerín quiso emplazar allí su
cámara para el rodaje del último plano de 'La campana del infierno'. Y, en
efecto, corrió la misma suerte que el cantero: durante los preparativos Guerín
se cayó y se mató.
Como tantas veces en el 'fantaterror' español, el
asunto de la cinta -un joven que tras haber estado recluido en un manicomio por
oscuros intereses de su familia regresa para vengarse- no alude a entidad
sobrenatural alguna. En puridad, más que ante una cinta fantástica estamos
ante terror psicológico, en donde lo que se calla cuenta mucho más que lo que
se dice. Eso sí, con la Galicia de la Santa Compaña como telón de fondo.
Truncada dramáticamente la filmografía de Guerín, uno
de los más prominentes realizadores salidos de la Escuela Oficial de Cine (lo
demostró en 'La casa de las palomas', 1972, su primer largometraje), 'La
campana del infierno' fue terminada por Juan Antonio Barden. El resultado fue
un filme tan magnético como inquietante. Coproducida con Francia -otra prueba
del interés que el 'fantaterror' patrio despertaba en el extranjero-, Renaud
Verley, Viveca Lindfors, Alfredo Mayo y Maribel Martín fueron sus
protagonistas.
Pero la condena -si es que existe pues hay quien dice
que el realizador podría haberse suicidado- no había acabado aún con
esta cinta, doblemente sombría y majestuosa. Mientras Guerín se sumaba a la
nómina de los muertos prematuramente en extrañas circunstancias de la pantalla
autóctona -que había inaugurado en 1970 Soledad Miranda, la 'Barbara Steele'
española, fallecida en un accidente en Lisboa cuando sólo contaba 27 años, y a
la que no tardaría en sumarse Sandra Mozarowsky, que con tan sólo 18 se cayó
del balcón de su casa-, cierta superstición apartaba al grueso de los
espectadores de la cinta. Filme de culto donde los haya, quiera esta edición de
su guión que, de una u otra manera, vuelva a exhibirse."
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