Traición
(Betrayal) de Kirill Serebrennikov.
2012. Drama, intriga. P:
6/10.
Director: Kirill
Serebrennikov
Fotografía: Oleg
Lukichyov
Intérpretes: Franziska
Petri, Dejan Lilic, Albina Dzhanabaeva, Arturs Skrastins, Guna Zarina, Andrei
Shchetinin
Sinopsis: Una
infidelidad conyugal sirve para desencadenar una película que trata sobre
emociones y pensamientos ocultos.
Un hombre
va a una rutinaria revisión medica, un
electro y en ese momento la doctora que lo atiende le dice que su marido la
engaña...con la mujer de él. Le enseña donde se reúnen, donde se sientan en el
parque, donde la cafetería y lo que suelen tomar...la habitación del hotel
donde tiene su encuentros amorosos, en el séptimo piso...
Comentarios: Una
pequeña sorpresa esta intima película (e inquietante) sobre la infidelidad y los celos y el deseo y
la culpa, llena de emociones y de
personajes obsesionados.
Muy buenos
actores que realizan unos papelones que rayan a mucha altura, una fotografía
que los retrata de forma tan intima que da cierta vergüenza verlos y
sentirlos...sufrir con ellos, celar con ellos, gozar con sus propios placeres
y, al tiempo, sufrir sus misma obsesiones y bajezas.
Hay un giro,
leve, insinuado apenas, hacia el thriller y la venganza...detrás de las
mentiras hay sufrimiento y, también, a veces, venganzas crueles que van mas allá
del propio sentido...
Sobre todo un
primer tercio de película increíble; lo mejor de todo; después las cosas y
escenas se alargan de forma innecesaria, poéticamente siempre bellas pero casi
inútil y sobran; da la impresión que el realizador no ha sabido donde cortar,
cuando parar, dar ese final justo...Serebrennikov, como Narciso que se contempla
en el agua del estanque y se enamora de sí mismo, se recrea en tu propia obra
sin miedo ni pudor, sin critica a lo que hace y sus resultados en conjunto
flojean por lo mismo...
Hay un giro
especial en el segundo tercio del film, giro de 180 grados, de casualidades que
solo se dan en el cine y en películas como estas; es como si empezara una nueva
película en que, de nuevo, la obsesión, lo prohibido, la malo campa a sus
anchas y nadie puede resistirse a sus encantos...ahí destacaría la escena de
los dos en la piscina, casi onírica, de ensueño, con una conversación casi
monosilábica pero en la que se dicen muchas cosas y todo bajo el entorno
azulado y fresco, ionizado, que es bueno para la salud...
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