domingo, 31 de enero de 2016

La caza de Carlos Saura.


La caza de Carlos Saura.

1966. Drama, social, española. P: 9/10.

Director y guionista:  Carlos Saura

Música: Luis de Pablo

Fotografía: Luis Cuadrado (B&W)

Interpretes: Ismael Merlo, Alfredo Mayo, José María Prada, Emilio Gutiérrez Caba, Violeta García, Fernando Sánchez Polack, Violeta García, María Sánchez Aroca.

Sinopsis: Tres viejos amigos van de caza a un coto que fue escenario de una batalla durante la Guerra Civil (1936-1939). Todos ellos están pasando por momentos difíciles, separaciones, problemas con el alcohol, de modo que lo que iba a ser una tranquila jornada de caza se convierte en un enfrentamiento entre los tres bajo el ardiente sol que hace y ante la atónita mirada del hijo de uno de ellos.

Comentarios: una de esas películas que debieran ser de obligada visión y revisión para cualquiera de nosotros; no digamos para lo que quieren dedicarse al cine actualmente en cualquiera de sus aspectos artísticos o técnicos.

Un autentica obra maestra del cine "realista" y "social" y, sin embargo, tan cercana al cine de género que por poco no nos damos cuenta. Se nota, se siente, se vive la rara crispación que existe entre los personajes, en medio de ese calor seco que reseca la mollera y hace sudar por todos los poros del cuerpo.

Metáfora de la España de los sesenta con un Alfredo Mayor en su mejor interpretación, con su gesto adusto y disciplente, de perdonavidas, de cabronazo, un total egoísta que mira solo para lo suyo; un Ismael Merlo que se come la cámara y nuestros sentidos con su voz en off preparando la tragedia, anunciando la destrucción y la locura, un desesperado; y José María Prada indiferente y huido con sus libros y su "sapiencia" (magnifica sus referencia a un apocalipsis en el que los conejos se comerían al género humano creando una sociedad para todos y sin lucha de clases, pero que también tendrán la lucha contra las ratas) y un jovencísimo Emilio Gutiérrez Caba, con sus pantalones cortos y su aprendizaje y  una adolescente Violeta García que se levanta una de las mejores e incongruentes escenas bailando con desparpajo en medio de la estepa y un Fernando Sancho al que debieran darle el óscar a mejor secundario...con ellos esos pobres conejos con cientos de enemigos y, cómo no, la escena de los tejones es soberbia, inenarrable...

Un banda sonora de las que te quitan el hipo.

Una fotografía en blanco y negro que acentúa al desolación del paisaje y la violencia de sus personajes.

Un guion afilado con guadaña...

Un montaje medido al milímetro.

Un final digno de cualquier película clásica del western americano. Una presentación de personajes (la primera media hora) de matrícula.

Lo dicho, una pasada.

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