Niebla en el
alma de Roy Ward Baker.
(Don’t bother to knock)
1952. Drama: P: 8/10.
Director: Roy Ward Baker.
Interpretes: Marilyn Monroe, Richard Widmark, Anne
Bancroft, Elisha Cook Jr., Donna Corcoran, Jeanne Cagney, Lurene Tuttle.
Musica: Lionel
Newman
Sinopsis: La
sobrina del ascensorista del hotel es encarga de cuidar de la niña de un pareja
con compromisos sociales, es una hermosa joven que pronto, ya sola en la
habitación, se ve deslumbrada por la ropa y las joyas de la señora...
El medio
despechado por la bella cantante del hotel tratara de curar sus heridas al
conocerla, patio y dos ventanas por
medio. Hay atracción pero la chica empieza a mostrarse extraña, como si
ocultara algo…
Comentarios:
En ese primer diálogo entre Jed, Richard, piloto comercial, y la cantante del
club de un Hotel, Lyn, Anne Bancroft, en la barra del bar, su despedida, con la
cámara que apenas se mueve; los dos componen un dialogo brillante bajo la
atenta mirada del camarero, escena
perfecta que culmina con la cantante que se va al escenario y se inicia
otro dialogo con el barman…
En otra
escena Nell, Marilyn, se prueba las joyas de la señora, se sienta ante el
espejo y se prueba un pendiente, esta radiante, más bella que nunca, una
belleza que no puede ser de este mundo...de pronto un ruido de aviones en el
exterior, se levanta y se acerca a la ventana para verlos mientras una gruesa lágrima
cae de su ojo derecho…
O más tarde
le dice que le falta un corazón…Richard hace un papelón, de lo mejor que hizo en su carrera…y ya es decir…
Anne debuta
en el cine con esta película.
Omnipresentes
las canciones de forma directa o a través de la megafonía en la habitaciones,
canciones de amor, de dulzura, de belleza…sobre todo al comienzo son las
canciones que presiden la presentación de personajes y de situación, incluso
esa mirada a una Marilyn detrás de la ventana bailando al compas de la misma…que
termina con la conversación telefónica…
De lo mejor
ese personaje “Elevator” que con su humanidad pregunta, curiosea, le preocupa
por todos…un genial Elisha Cook Jr. una especie de Manolo Alexander a la americana, desbordando humanidad y
carisma. Lo tiene que encerrar para que
no les robe escena tras escena.
Increíble
ese plano con Marilyn cogiendo el pintalabios y al usarlo en los labios el
director lleva la cámara directa a las cicatrices de las dos muñecas…ver las
heridas impacta y muestra cosas que no desearíamos ver o conocer…hay pasado
trágico, hay locuras y vamos entendiendo que también hubo muertes… ¡Quien no
desearía un amor así, un amor que desborda a la muerte, que no la acepta, que
lo busca desesperadamente!... ¿Juana La Loca?...
La niña se
asoma a la ventana, Nell posa su mano en su espalda y un escalofrió recorre la
nuestra, tremenda escena…terrorífica…
Un final más
bien comedido, con cambios en las conductas de los personajes que se van integrando en el drama pero sin
caer en el sentimentalismo…la marcha de Nell que se va volviendo de vez en
cuando, mirando atrás, hacia la pareja es patética y dramática abriendo un
interrogante hacia el futuro que rápidamente nos lo quitan con los dos cogidos
rumbo al bar y a una copa…
Gran
película, tremendamente clásica moderna
al tiempo. Extraña al tiempo por los registros de Marilyn, con su belleza
contrastando con su locura…
Esa cita
primera en la habitación llena de sensualidad y fuego…rota por la chiquilla que
se despierta…ese cambio, esa mirad alocada de la chica, esas sutiles amenazas
que cambian hasta el aire que se respira…Con un guion simple pero bueno, con una historia como reflejo de la “La cenicienta”, el director hace una pequeña obra maestra llena de sutileza, de amor por unos personajes que el mismo construye con una artesanal maestría, de encuadres y movimientos clásicos de cámara, a base de escenas perfectamente construidas, un gran trabajo de actores.
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