NACIDA PARA
EL MAL de Nicholas Ray.
1950. Drama.
P: 7/10.
Música:
Frederick Hollander.
Fotografía:
Nicholas Musuraca.
Interpretes: Joan Fontaine, Robert Ryan, Zachary
Scott, Joan Leslie, Mel Ferrer, Harold Vermilyea, Virginia Farmer, Kathleen
Howard.
Sinopsis:
Christabel (Joan Fontaine) huérfana, con sus dieciocho años va a vivir con su
prima Donna (Joan Leslie) en la ciudad pues va
a estudiar Ciencia Empresariales. Donna esta prometida a un acaudalado
hombre Curtis (Zachary) y se relacionan con un escritor que promete, Nick
(Robert Ryan) y un pintor Gabriel (Mel) aprovechado, oportunista y sarcástico.
Bajo la
apariencia angelical y tierna, agradando a todos se esconde una insidiosa y
malévola mujer que empieza a jugar con los hombre en su entorno así empezara
una relación con Nick y, al tiempo, ira desbaratando el noviazgo de Donna , con
la que se enemistara, y Curtis con el cual conseguirá casarse pero su corazón
seguirá con Nick y…
Comentarios:
Tremenda historia de maldades, envidias,
mentiras, ambiciones personales a costa
del que sea, manipulación del prójimo en beneficio de uno mismo, egoísmo total
y también de romance, amor, amor familiar, respeto, educación y, al final,
bondad. Está basado en la novela de Anne Parrisch “All Kneeling” y es la quinta
realización de Nicholas Ray.
El reparto
es de impresión, de quitarse el sombrero, un cumulo nimbo de estrellas de la
galaxia de Hollywood. Curiosamente si hay que ponerle un pero es el de la
actriz principal, Joan Fontaine, que hace un papelón, pero un papelón de arpía
manipuladora, de mala y perversa, de la que obligan como sea a todos para que
salga lo que quiere aun costa de hacer mucho daño a la gente que la quiere y
que al ayuda; pero que no encaja en el papel, no representa esos dieciocho años
que la transformaría en una nueva Lolita cinematográfica y, claro, es otra
época, otros tiempos, miedos de producción.
Joan Leslie
en cambio hace un papel fresco, natural, adorable.
Robert, Mel
y Zachary están soberbios, componiendo unos arquetípicos papeles y ajustándose
como un guante a ellos, dan más de sí de lo normal y se le agradece; destaca un tanto más el papel
de Mel, por una vez sensacional.
La música es
un personaje más y como tal con fáciles melodías, música de orquesta acompañan
cada escena y las refuerzan.
La
fotografía una delicia de blanco y negro.
Un guion que
falla en lo que menos uno se espera y es la falta de precisión de la acción,
son escenas “mal” hilvanadas en las que Christabel hace y deshace pero sin una
cierta continuidad. Cada escena en si es soberbia, perfectamente plasmada y
planificada, pero la acción aquí va como dando saltos en el tiempo sin ajustar
realmente lo que pasa y a la verdadera personalidad de esta chica.
Hay momentos
muy brillantes como la escena en la joyería en la que están tratando comprar
algo para Donna y, la otra, la opuesta, es cuando Cutis le regala el
camafeo que ella elegía para su prima.
Y es que es
más fácil coger a un mentiroso que a un cojo… ¿O no?...
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