domingo, 16 de noviembre de 2014

Domingo clasico: NACIDA PARA EL MAL de Nicholas Ray.


NACIDA PARA EL MAL de Nicholas Ray.

1950. Drama. P: 7/10.

Director: Nicholas Ray.

Música: Frederick Hollander.

Fotografía: Nicholas Musuraca.

Interpretes: Joan Fontaine, Robert Ryan, Zachary Scott, Joan Leslie, Mel Ferrer, Harold Vermilyea, Virginia Farmer, Kathleen Howard.

Sinopsis: Christabel (Joan Fontaine) huérfana, con sus dieciocho años va a vivir con su prima Donna (Joan Leslie) en la ciudad pues va  a estudiar Ciencia Empresariales. Donna esta prometida a un acaudalado hombre Curtis (Zachary) y se relacionan con un escritor que promete, Nick (Robert Ryan) y un pintor Gabriel (Mel) aprovechado, oportunista  y sarcástico.

Bajo la apariencia angelical y tierna, agradando a todos se esconde una insidiosa y malévola mujer que empieza a jugar con los hombre en su entorno así empezara una relación con Nick y, al tiempo, ira desbaratando el noviazgo de Donna , con la que se enemistara, y Curtis con el cual conseguirá casarse pero su corazón seguirá con Nick y…

Comentarios: Tremenda historia de maldades,  envidias,  mentiras, ambiciones personales a costa del que sea, manipulación del prójimo en beneficio de uno mismo, egoísmo total y también de romance, amor, amor familiar, respeto, educación y, al final, bondad. Está basado en la novela de Anne Parrisch “All Kneeling” y es la quinta realización de Nicholas Ray.

El reparto es de impresión, de quitarse el sombrero, un cumulo nimbo de estrellas de la galaxia de Hollywood. Curiosamente si hay que ponerle un pero es el de la actriz principal, Joan Fontaine, que hace un papelón, pero un papelón de arpía manipuladora, de mala y perversa, de la que obligan como sea a todos para que salga lo que quiere aun costa de hacer mucho daño a la gente que la quiere y que al ayuda; pero que no encaja en el papel, no representa esos dieciocho años que la transformaría en una nueva Lolita cinematográfica y, claro, es otra época, otros tiempos, miedos de producción.

Joan Leslie en cambio hace un papel fresco, natural, adorable.

Robert, Mel y Zachary están soberbios, componiendo unos arquetípicos papeles y ajustándose como un guante a ellos, dan más de sí de lo normal y  se le agradece; destaca un tanto más el papel de Mel, por una vez sensacional.

La música es un personaje más y como tal con fáciles melodías, música de orquesta acompañan cada escena y las refuerzan.

La fotografía una delicia de blanco y negro.

Un guion que falla en lo que menos uno se espera y es la falta de precisión de la acción, son escenas “mal” hilvanadas en las que Christabel hace y deshace pero sin una cierta continuidad. Cada escena en si es soberbia, perfectamente plasmada y planificada, pero la acción aquí va como dando saltos en el tiempo sin ajustar realmente lo que pasa y a la verdadera personalidad de esta chica.

Hay momentos muy brillantes como la escena en la joyería en la que están tratando comprar algo para Donna y, la otra, la opuesta, es cuando Cutis le regala el camafeo  que ella elegía para su prima.

Y es que es más fácil coger a un mentiroso que a un cojo… ¿O no?...

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