JENNIE de William Dieterle.
(Portrait of Jennie)
1948. Drama, Fantástico, romantico. P: 8/10.
Director: William Dieterle
Música: Dimitri Tiomkin
Fotografía: Joseph H. August
(B&W)
Interpretes: Jennifer Jones, Joseph Cotten, Ethel Barrymore, Lillian Gish,
Cecil Kellaway, David Wayne, Albert Sharpe, Henry Hull, Florence Bates, Felix
Bressart, Clem Bevans, Maude Simmons
Sinopsis: Un pintor arruinado y
abatido por haber perdido la inspiración conoce, después de vender un boceto
por dos euros, un frío día de invierno, a una chiquilla en Central Park vestida
de un modo anticuado.
A partir de ese momento se
suceden otros encuentros, con la particularidad de que en breves intervalos de
tiempo la niña se va convirtiendo en una bellísima joven, de la cual el pintor
se enamora sin saberlo.
Pero Jennie esconde un secreto…
Comentarios: Una pequeña obra
maestra.
Basada en una novela de Robert
Nathan.
Unas actuaciones increíbles,
llenas de magia y magnetismo. Pocas veces Cotten ha estado tan soberbio y solido
(Recordar solo a bote pronto otras portentosas actuaciones como en "La
sombra de una duda", "El cuarto mandamiento" y "Ciudadano
Kane") . Y muy pocas veces Jennifer Jones ha estado tan sensual y bella,
tan misteriosa y enigmática...
El otro pilar es una
fotografía artística, desbordante,
sensual, que nos retrata por un lado el
reflejo mágico de Nueva York y por el otro el amor fuera del tiempo de dos
seres que se encuentran fuera de los límites del espacio y el tiempo...y es que
esta historia solo podría pasar en una Nueva York llena de buena intenciones.
El uso, genial, de las texturas de los lienzos que le dan como un aire irreal,
fantástico, sobrenatural o esos crepúsculos, o las brumas o los contrastes de
luces y sombras....
La otra cara de la moneda (o
lectura) es la creación artística, el talento, al amor, la pasión...LA
MUSA...la búsqueda de la belleza como la verdad absoluta, el sobrevivir, la
obra, al paso del tiempo, superar todo los obstáculos y ser capaz de decir algo
más. El espíritu del arte, la fiebre creadora mas allá de la realidad en que
vivimos.
El director consigue un
equilibrio casi perfecto entre el romanticismo exacerbado, y el misterio que
nos envuelve. Romanticismo y fantasía. El amor por encima de cualquier barrera.
Un hermosísimo cuento de hadas urbano, cautivador y bello...
No nos olvidemos con un final
épico y difícil, llenos de matices y sugerencias (la escena de la tormenta esta
increíblemente bien realizada , sobre todo para aquellos tiempos)
Y si somos más avispados pues ¿no
veremos que es casi un triangulo con la madura mujer como tercera en
discordia?...
Escenas increíbles como el primer
encuentro, o el segundo patinando con la línea de NY al fondo y sol a las
espaldas de Jennie como una aparición de otro mundo, o la tercera con la chica
llorando por la muerte de sus padres, o el pasado en el ático del pintor, o
cuando el pintor alquila la barca en medio de la niebla siluetándose con la
farola detras...
Y la música....Nueva York...
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