DEMONIC
TOYS de Peter Manoogian.
1992.
Terror, humor negro. P: 7/10.
Director:
Peter Manoogian.
Fotografía:
Adolfo Bartoli.
Interpretes:
Tracy Scoggins, Bentley Mitchum, Daniel Cerny, Michael Russo, Barry Linch,
Ellen Dunning, Pete Schrum, Jeff Weston, Jeff Celentano, Larry Cedar, Richard
Speight Jr.,
Sinopsis: Tras un fallida detención de unos traficantes de
armas en la que uno de los policías es muerto de un disparo, los delincuentes
entran en un viejo almacén de juguetes donde un demonio está atrapado y posee a
los juguetes del mismo y los envía en busca del alma del bebe aun no nacido de
la mujer policía….
Comentarios: Todo un clásico, una película de culto, más aun
que la original de los Puppet Master de 1989 por la mezcla de muñecos y
posesiones diabólicas por extraños demonios y encarnaciones; película estimable
por un sentido de humor negro muy evidente, paródica con la primera…
La productora de los Puppet Master sigue imparable, al
ataque haciendo películas con su propio esquema de muñecos animados, le
funciona y van sacando productos muy comerciales si bien algunos, como este,
muy resultón e interesante. Además como algo de relación tienen con la “Puppet
master IX (PUPPET
MASTER IX: PUPPET MASTER VS DEMONIC TOYS de Ted Nicolaou)”, no adelanto
aconteceres, había que remirarla con anterioridad y aquí esta…verla…no os
arrepentiréis…sobre todo con ese humor negrísimo y muy escatológico, para
flipar….
Lo mejor son los muñecos animados y animalados, dan miedo de
verdad y que se mueven de forma convincente (de todas formas hay que verla con
esos ojos de asombro, un tanto infantil y no tratar de descubrir la magia o las
trampas o los hilos). El bebe, Oopsie Daisy, deslenguado y procaz y sádico y
muy divertido (con el chiste del pañal incluido); el oso amoroso Grizzly Teddy y como se
transforma en un ser monstruoso y con sus dientes capaces de desgarrar un
cuello; el robotito lanza misiles, Mr Static, pero que son mortales de
necesidad, y, sobre todos, la caja sorpresa con el payaso loco y asesino de
Jack Attack, este sí que da, no miedo, pavor, terror, pánico (no me extraña que
ningún niño quiera ese juguete, yo no lo querría ni regalado )….
Con toques de películas de posesiones (La semilla del diablo
es un referente, lo mismo que al idea de “Muñeco diabólico”), con las imágenes
de Puppet Master 2 en la televisión del viejo y gordo guarda de seguridad, y un par de escenas oníricas realmente buenas (como
la de los dos niños jugando al extraña partida de cartas y los relojes de
péndulos en su surrealista forma de moverse…)
La banda sonora de Richard Band sigue en la línea de Puppet
Master, con el mismo nivel de calidad y calidez, hasta se parecen sin ser iguales
como un tiempo dentro de una única sinfonía cinematográfica.
Las actuaciones regulares, no dan para mucho más.
Una delicia de humor negrísimo.
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