LOS AMANTES
DE LA NOCHE de Nicholas Ray.
(They live by night, novela de Edward Anderson)
1949. Drama, thriller. P: 8/10.
Director: Nicholas Ray.
Música: Leigh Harline.
Fotografía: George E. Diskant.
Intérpretes: Cathy O’Donnell, Farley Granger, Howard
Da Silva, Jay Flippen, Helen Craig, Will Wright, Marie Bryant, Ian Wolfe,
William Phipps, Harry Harvey.
Sinopsis:
Tres reclusos se escapan de prisión para lo que secuestran a un granjero con su
coche al que abandonan tras darle una paliza. Se esconden donde vive una joven
Keechie que se ve atraída por el más joven de los tres.
Tras un
atraco el joven, Bowie, sufre un accidente de coche y su colega Chickamaw
dispara al policía que acude al siniestro. En el coche accidentado la policía
encuentra huellas de Bowie y es reconocido en el lugar del atraco por lo que
deberá huir sin rumbo acompañado por la joven que une su vida y su futuro al
del.
Un día se
casan….
Comentarios:
Fue el debut de un director minusvalorado hasta hace pocos años en que, gracias
a Win Wenders, se ha ido haciendo el puesto entre los grandes como realmente se
merece.
Esta fue su
primera película, su debut, su arranque y ya es casi la biblia de sus trabajos
posteriores y las constantes de su cine como el individualismo de las personas
frente a una sociedad que los marca y los margina y termina por destruirlos;
como el destino en clave de tragedia griega, juega como un tahúr de cartas
marcadas pero también la esperanza siempre en el amor y en esos niños que son
el futuro, esperanza en las mujeres que son retratadas de forma magistral y
realista…
Una
película, esta, que ha influido notablemente en otras como “La huida” y la de
siempre: “Bonnie&Clyde”.
Todo respira
precipitación, huida hacia delante, sobre el abismo, y sus personajes estaban
siempre en la cuerda de la cordura. Escenas como el comienzo (mil veces
copiada) de la huida de la cárcel (antes nos mete en el saco con la
presentación de él y ella), la escena del autobús con la niña llorona, el
casamiento, la llegada rompiendo la paz que tratan de crear en su entorno del
compinche, esas conducciones nocturnas una y otro día, día tras día, la del
lavabo cuando le dan una hora para que se vaya…la venta por la mujer de su
delación, la carta que escribe…
Película
romántica sin tapujos, un canto al amor de los olvidados. Contra las cadenas
del destino.
Película
social en la que malos y buenos se mezclan sin fronteras aparentes.
Unos
secundarios de lujo, una pareja protagonista que no desentona.
Una
fotografía en blanco y negro que deslumbra.
Una música
que deleita y acompaña.
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