sábado, 19 de octubre de 2013

Sabado clasico: Cara de ángel de Otto Preminger.


Cara de ángel de Otto Preminger.

1952. Thriller, clásico. P: 8/10.

Director:  de Otto Preminger.

Musica: Dimitri Tiomkin.

Fotografia: Harry Stredling.

Interpretes: Robert Mitchum, Jean Simmons, Mona Freeman, Herbert Marshall, Leon Ames, Barbara O'Neill.

Sinopsis: Un enfermero de urgencias; Frank, acude a una mansión para atender a la señora Tremayne que, según parece, ha intentado suicidarse. Sin embargo él sospecha que en realidad alguien ha intentado asesinarla. Allí conoce también a la hijastra de dicha señora , Diana, una joven delicada, sensual y un tanto inestable, ante la que cae rendido inmediatamente.

Comentarios: Clásica película negra, mil veces vista y mil veces sorprendente; todo un hito clave en el cine negro, negrísima, cargada de una tensión que el director explota de forma magistral.

Al final, es como un doble triangulo. El primero formado por Diane, su padre y su madrasta. El segundo cuyo vértice es la propia Diana con Frank y la novia de este de toda la vida; queda descolocado el aspirante modos y que sabe que no puede competir con Frank.

Sobresale la mítica Jean Simmons en un papel que la encumbro a la gloria, una mujer perturbara, manipuladora hasta limites increíbles, que esconde una cierta perversidad detrás de su hermoso rostro; una de las grande "femme fatale" aunque aquí insinuando ciertas problemas mentales incluidos en su comportamiento. Con ella la música de Tiomkin en una de las mejores partituras del cine, lirica, con esos solos de pianos, con esa cargada potencia, esa presión musical en nuestro corazón....y la labor en la dirección de un Preminger (del que recordamos esa otra obra maestra que es Laura o Anatomía de un asesinato) de la que esta se complementa como una imagen en el espejo.

Grandes escenas como el desarrollo del juicio, la comida entre las dos chicas, la confesión de Diana en el despacho del abogado...o ese recorrer Diana la casa vacía, con el tablero de ajedrez sobre el tablero, terminando por dormirse en el sillón con la chaqueta puesta de Frank...

Ojo al uso del vestuario para marcar diferencias sociales y de dineros. Ídem los coches que se utilizan...

Un final impactante, duro y brutal e inesperado...todo un símbolo de personalidades destructivas e inestables...

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