jueves, 19 de septiembre de 2019

Un americano en París de Vincente Minnelli


Un americano en París de Vincente Minnelli

1951. Musical, romantica. P: 8/10.

Director: Vincente Minnelli

Música: George Gershwin

Fotografía: Alfred Gilks

Interpretes: Gene Kelly, Leslie Caron, Oscar Levant, Georges Guétary, Nina Foch, Ernie Flatt, Alex Romero, Dickie Humphreys, Charles Mauu.

Sinopsis: Terminada la Segunda Guerra Mundial, Jerry Mulligan (Gene Kelly), un pintor americano, se queda en París y expone sus cuadros, que nadie compra, en Montparnasse.

 Un día tiene la suerte de conocer a una americana millonaria que decide promocionarlo. Pero al mismo tiempo, conoce a una dependienta y se enamora de ella.

Comentarios: Una obra maestra del cine, un gozoso y colorista musical con un Gene Kelly maravilloso y que, además, fue, en su momento multi-premiada de forma más que merecida.

Todo un canto al amor y a Paris, al autentico Paris de cabarets, de glamour, del rio Sena cantando a la vida, de la vida bohemia, de las canciones y el vino que corre de copa en copa, de bailes y de alegría, de la Torre Effiel presidiendo todo el espacio, de las parejas abrazadas, de los niños jugando y los comercios llenos de colorido...y todo eso en unos grandes estudios americanos (solo dos escenas, al aparecer se rodaron de forma directa en el Paris mítico)

Advertencia: ver "Un americano en París" transmite ganas de bailar... y de vivir.

Los números musicales todo un acierto con la impresionante música de George Gershwin...comienza con esa presentación ideal de los dos amigos en el café, escena llena de elegancia y magia, encantadora y muy bella. Hay dos escenas oníricas que son de lo mejor del film (En la primera Oscar, el pianista y soñador, recrea el concierto en Fa  en la que él es el director, el solita, los violinista y...hasta el público enfervorizado), pero sobre todo la ultima con una recreación de Gene increíble con esos cuadros y personajes clásicos  ya en movimiento (de nuevo Toulouse, Rousseau, Degas...), con ese toque de humor francés y una coreografía sensacional, toda una escena que dura cerca de los quince minutos pero ¡qué minutos!, perfectamente coreografiado, bien planteada, llena de miles de pequeños símbolos parisino, de detalles a cual mejor, con unos escenarios surrealista y bellos (destacando esa fuente mágica)  sugerencia a miles, con un montaje soberbio digno del mejor Minelli. No nos olvidemos de Gene rodeado de niños cantando y bailando "I got rythm", realmente delicioso.

Los decorados que nos traen a los mejores cuadros y formas de Toulouse Lautrec, de forma muy libre, todo un mundo de luz y color...

Todos están sensacionales y destacaría al pianista, el eterno becario, un Oscar Levant que lo borda tanto en su escena en solitario como en sus dúos con el amigo Gene; habría quien insinuaría alguna cosas más entre ellos tal como se siguen, se miran , se hacen cómplices.


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