El resucitado de T. Hayes Hunter.
1933. Terror, clásico. P: 7/10.
Dirección: T. Hayes Hunter
Música: Louis Levy
Fotografía: Günther Krampf (B&W)
Interpretes: Boris Karloff,
Cedric Hardwicke, Ernest Thesiger, Dorothy Hyson, Anthony Bushell, Kathleen
Harrison, Harold Huth, D.A. Clarke-Smith, Ralph Richardson
Sinopsis: El profesor Henry Morlant es un siniestro egiptólogo que pugna
por ser enterrado con una preciada joya que él cree le dará vida eterna
siguiendo los ritos de Anubis.
Una vez fallecido, alguien roba la valiosa piedra, y Henry Morlant se
levanta de la tumba en busca del ladrón y la gema.
Comentarios: Una pequeña joya un tanto olvidada, vale su peso en oro sobre
todo con la presencia (escasa por desagracia) de un esplendido Boris Barloff;
pero que tiene suficientes alicientes como una fotografía (en un delicioso
blanco y negro) con ecos del expresionismo alemán destacan las escenas en un
Londres lleno de niebla y sombras y las interiores de la casa (llena de
recovecos y extrañas escaleras, rincones y esquinas insólitas, toda llena de
objetos egipcios) y de la tumba, tan parecida a una de las tumbas egipcias. La
atmosfera está llena de suspense, anunciando maravillas macabras y siniestras.
Los actores están convincentes aunque a veces declaman más que actúan y,
alguna voz, chirria un tanto. Destacar a parte del susodicho Karloff, de Cedric
Hardwicke, Ralph Richarson y la rubiales
Dorothy Hyson.
Fijaros bien en la escena del entierro con sus dos aspectos tan curiosos,
el primero la entrada solemne, ceremoniosa parodiando los entierros egipcios,
ataúd incluido; lo segundo al salida desenvuelta y riéndose...
Gran trabajo del maquillaje de Karloff moribundo y, más tarde, resucitado
en busca de la joya de la luz, de la eternidad..
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