Alien: Covenant de Ridley Scott.
2017: Ciencia ficción, terror, secuela. P: 7,5/10.
Director: Ridley Scott
Música: Jed Kurzel
Fotografía: Dariusz
Wolski
Interpretes: Michael
Fassbender, Katherine Waterston, Billy Crudup, Demián Bichir, Danny McBride,
Carmen Ejogo, Jussie Smollett, Amy Seimetz, Callie Hernandez, Benjamin Rigby,
Alexander England, Uli Latukefu, Tess Haubrich, Guy Pearce, Noomi Rapace, James
Franco
Sinopsis: Rumbo a un remoto planeta al otro lado de la galaxia para colonizarlo,
la tripulación de la nave 'Covenant' descubre una señal proveniente de lo que
creen puede ser un paraíso inexplorado, y que resulta ser un mundo oscuro y
hostil... en el que solo sobrevive el "sintético" David, diez años
después es el único sobreviviente de la desparecida expedición Prometheus.
Comentarios: Secuela de "Prometheus" (2012) que, a su vez, es una
pre-cuela de Alien, el octavo pasajero.
Antes de nada: me gustó Prometheus, me encantó. Desde esa premisa estos son
mis comentarios sobre esta segunda entrega. Avisados estáis lectores constantes
al otro lado de la pantalla.
Se abre con una escena singular, digna de todo un Kubrich, con esa elegante
conversación entre David, así se pone él su nombre, y su creador al que ya
conocimos en la película anterior y esa referencia final a la muerte de los
humanos, nosotros, no así los ciber.
Sigue con la nave Covenant, todo un prodigio del cine, con ese viaje por el
espacio, esa tormenta de neutrinos que hace que tengan que despertar a la
tripulación, esa reparación exprés, ese entierro sideral, esa señal que los
lleva a descubrir un mundo paradisiaco pero sin animales y con los riesgos y
peligros que encuentran...
El mecanismo de Scott es como un reloj suizo, todo se engarza en tiempo y
espacio, cronométrico, perfectamente medido. la búsqueda de la señal, la
parasitación del primer tripulante, el segundo...el nacimiento del primer ser
que sale de la espalda del portador en una de las escenas mejor filmadas,
tensión, terror, miedo en la mujer que está dentro y a la que no dejan salir
por precaución...
No rehúye el realizador desde ese momento del primer ser el llevarnos en
una espiral de terror plástico, todo en primer plano, con escenas gore sin
esconder nada o dejarnos nada a nuestra imaginación (lo que banaliza un tanto
toda esa brutalidad, lo mecaniza) ...
El drama de la tripulación fluye de forma inexorable, de forma tensa, con
esa increíble atmosfera gótica, esos espacios cerrados, ese enemigo implacable
que nos acecha y las preguntas que siempre nos hacemos...lo que nos lleva, de
nuevo, a la conversación inicial del film.
Le falla un poco, para mi gusto, la música. Se nota desde el principio, le
falta brío, imaginación, atmosfera tétrica. También la chica protagonista, Katherine Waterston en el papel de
Daniels, que tiene una cierta falta de carisma si la comparamos con la
inolvidable Weaver.
(Ojo a la escena del pájaro juguete bebiendo
agua...la misma que en la primera entrega)
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