EL RAPTO DE
BUNNY LAKE de Otto Preminger.
(Bunny Lake is missing. Novela de Evelyn Piper)
1965.
Thriller sicológico, policiaco. P: 8/10.
Director:
Otto Preminger.
Musica: Paul
Glass.
Fotografia:
Denys Coop.
Interpretes:
Laurence Olivier, Keir Dullea, Carol Lynley, Martita Hunt, Lucie Mannheim,
Addrienne Corri, Anna Massey, Clive Revill, Finlay Currie.
Sinopsis:
Ann Lake se instala en Londres y mientras espera la mudanza lleva a su hija de
cuatro años, Bunny, a la escuela, en su primer día de clase. Al no encontrar a
nadie la deja en el aula del primer día en compañía de otro pequeño y la deja a
cargo de la cocinera.
Al volver a
recogerla se encuentra con que no hay rastro de ella por ningún lado. Pide la
ayuda de su hermano que llama a la policía pero nada conduce a ninguna parte; incluso
se encuentran con que las cosas de la pequeña han desaparecido y nadie la ha
visto.
Poco a poco empieza a entrar la duda si no estar en la mente de Anne…
Poco a poco empieza a entrar la duda si no estar en la mente de Anne…
Comentarios:
Gran thriller sicológico, de esos que hacen época y algo más, toda una lección
de cómo rodar una buena película, claro que el amigo Otto tenía un buen
material de partida y un casting de lo mejorcito.
Película que
es como una filigrana de plata tachonada de pequeños diamantes, artesanía al
cien por cien, cine en estado puro, jugando con una excepcional fotografía en
blanco y negro que por un lado aprovecha bien todos esos espacios cerrados y
por otro capta el rostro desencajado unas veces de los personajes. Unos
personajes deliciosas a cual mejor, desde la cocinera con su dulce de leche a
la jefa de la escuela, de la vieja dueña encerrada en el piso superior a ese
hermano preocupado por su hermana desde siempre, desde ese comisario
perfectamente interpretado por un Laurence de quitarse el sombrero a ese casero
borrachín y vieja gloria…
Efectivos
movimientos de cámara unidos a una iluminación expresionista y que se acerca al
género del terror, la música en si se
acerca aun mas en ese final casi de caricatura goyesca, como un viejo sainete
que se pierde en sus propios juegos de palabras.
Comienza la película
con unos títulos de créditos realmente deliciosos e inquietantes, como una
promesa o esperanza de lo que vendrá más tarde.
Nos
escamotea desde el principio a la niña ¿existe la niña?, a la que su madre
busca de forma frenética y desesperada y como tiene que luchar contra la
incredulidad y dudas de la policía. Tremendo drama en un clima casi
surrealista, violento, oscuro, tras el que se vislumbran cosas terribles o
traumas todavía peores, traumas infantiles que suelen ser los peores o las mas
escondidos.
Nos meten el
miedo en el cuerpo (esta la escena de ese
fotógrafo de la policía que empieza a despotricar contra los pederastas y
violadores de niños, se nos pone los pelos de punta), no nos creemos ya nada
con esas andanzas de un comisario (genial Laurence) que nos guía pero de forma
artificiosa hacia la duda, hacia la creencia de que la niña es solo un fantasma
en una mente que se aleja de la realidad, se nos mete en los oscuros recovecos
de la mente humana, más cercana en esa fase a Psicosis de los que serie
aconsejable. Un giro final abrirá una brecha insondable en nuestros ojos y en
nuestra mente….
¡Viva el
buen cine!...
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